De mis vacaciones con la tía Bertha (Parte VI)
Fecha: 22/09/2022,
Categorías:
Transexuales
Autor: Dann24, Fuente: CuentoRelatos
... Sixtina. Entonces me dijo:
-Danny, lo siento. Es que así no se hacen las cosas. O vas a querer ser una mujer o un hombre, pero medias tintas no van con tu tía.
-Si tía. Perdóname- le dije mientras veía en el espejo a una chica increíblemente guapa- aún tengo mucho que aprender de ti. Pero si, si quiero ser una mujer.
-¿Estás segura?- preguntó con ese aire desconfiado que poseen las personas a cierta edad- mira que esto de la belleza, de ser atractiva tiene que ver con la reacción que provocas en los hombres. Y por eso he estado entrenándote tanto, porque apenas has tocado la superficie de lo que es la relación con ellos, pero en definitiva muy pronto lo sabrás. Por eso te vuelvo a preguntar: ¿Estás totalmente segura? Porque de no estarlo, podemos dejar hasta aquí esto.
-Si tía. Estoy segura.-respondí sin entender aún a qué me estaba metiendo con esa afirmación.
-Ok Danny. - dijo ella orgullosa, y agregó al escuchar el timbre de la puerta de entrada- debe ser Ricardo, tu pretendiente. Aún no bajes, quiero hablar con él.
-Pero tía...
Ella puso su pesada vista encima de mí. Con esas miradas que cierran la conversación. Entonces bajó la escalinata y escuché cuando le abrió la puerta a Ricardo. Oí voces, el sonido de unos envases de cerveza destapándose y algunas risas. Yo estaba la mar de nerviosa cuando media hora más tarde fue ella la que me pidió que bajara. Y cuando llegue ante ellos, Ricardo me abrazo y plantó un gran beso frente a ella, al tiempo que ...
... elogiaba mi belleza y mi buen gusto con la ropa. En ese momento no entendí que estaba ocurriendo, porque él solía ser muy respetuoso frente a Bertha, pero esa tarde, parecía estar más ansioso y querendón. Y la tía solo reía y hacia comentarios sobre lo lindos que nos veíamos y la tierna pareja que éramos.
-Pues aquí se la traigo más tarde Bertha. -comento Ricardo sin que parara de abrazarme- Vamos a dar una vuelta por ahí.
-Si hijo. Vayan con cuidado. No se preocupen por la hora, al fin que ella está en buenas manos.
-Si, gracias Señora Bertha- dijo el mientras le daba la mano y me llevaba hasta su coche.
Una vez en el vehículo, Ricardo me llevo a pasear por el malecón, me llevó a comer a un restaurante de mariscos que él conocía, y sin que nos diéramos cuenta nos sorprendió la noche entre risas, entre charla y la abundante cerveza de la costa. Y él en todo momento se portaba como un caballero, abriéndome las puertas, acercándome la silla y sin dejar de mencionar lo hermosa que le parecía y lo muy enamorado que se sentía de mí.
Todo esto de verdad me hacía sentir en las nubes, pues ya he dejado en claro que Ricardo era un hombre profundamente viril, con quien cualquier mujer se sentiría halagada y dispuesta: su altura, lo ancho de su espalda y lo fuerte de sus brazos solo eran el prefacio de lo que en él verdaderamente mostraba el signo del macho, una enorme tranca que se le notaba de lado en sus jeans color claro, a la que sin mayor disimulo se le quedaban ...