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Memorias de una doctora
Fecha: 24/09/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Sydneys, Fuente: CuentoRelatos
... frente a mí, con sus ojos fijos hacia donde le provocase mirar y no escogió otro punto más que mis temblorosas manos. De a ráfagas coincidían nuestras miradas mientras le iba explicando las indicaciones que debía seguir el paciente e inmediatamente mi mirada caía hacia su boca. -Hace un poco de calor acá! Exclamó con esa voz tan varonil que tanto me excitaba. -Si, es normal, balbuceé mirando hacia el panel de temperatura que marcaba los mismos 17 grados que normalmente me congelaban durante las guardias. Ya estaba por finalizar mi informe pero en mi mente se libraba una gran batalla. La lujuria, el deseo y la sexualidad reprimida por años de formación académica peleaban ferozmente con el moralismo, la ética y los pensamientos de niña buena y estudiosa. Por lo que ameritaba una decisión pronta, radical y definitiva como todas las decisiones que habitualmente se toman en una sala de emergencias. Ya al finalizar todos los recipes abrí la gaveta donde estaba mi bolso y saqué de un pequeño bolsillo un sobre de preservativo mientras el revisaba su móvil, me puse de pie en señal de que habíamos finalizado la consulta y extendí mi mano con los recipes, el informe y sobre ellos la invitación inequívoca a no olvidarnos jamás. El extendió su mano levantó su cara del teléfono e inmediatamente su mirada se clavó en la mía al ver el sobre del condón sobre los papeles sellados. Su sonrisa se curvo como si me agradeciera por adivinar sus pensamientos. Salí de mi silla y ...
... di dos pasos hacia la puerta para despedirlo cuando sentí un tirón de mi mano y de un salto estaba frente a él con sus brazos rodeando mi cintura sosteniendo hacia atrás de mi la mano de dónde me había alcanzado. Por primera y quizás única vez tendría esos labios así de cerca, así que antes de siquiera pensarlo nuestras lenguas jugaban a acariciarse intensamente al mismo tiempo que entre suspiros me preguntaba -Estás segura? Y Sin esperar la respuesta y sin dejar de besarme me empujaba hacia la camilla de examinación donde al hacer tope me tomó por la cintura y en un segundo me sentó, separando mis rodillas e instalándose entre mis muslos acercándome un poco hacia adelante para que sintiera su pene erecto a través de la ropa. Mis manos al fin aprovecharon a recorrer cada milímetro de ese rostro y cuello que me habían enloquecido. Sus manos debajo de mi uniforme daban vida propia a mis pezones, mi vagina latía con mucho más ritmo que mi corazón, haciendo curvear más mi cintura. Lo deseaba! deseaba enormemente a aquel semental y no me importaba nada más! Era perfecto, educadamente atrevido y eso me enloquecía. Mis manos bajaron directo a su mono deportivo y liberaron su pene promedio acariciándolo con movimientos suaves y rápidos. Moría de ganas de besarlo deliciosamente y probar su semen, pero ambos sabíamos que el tiempo no nos alcanzaba para entrar en detalles, por lo que de un tirón hizo que mi mono llegará a mis rodillas, me inclinó hacia atrás apartó mis bragas y me ...