Memorias de una doctora - Relatos Eróticos

Memorias de una doctora

... penetró!

-Aahh, gemí.

-Sshhh! me sonrió con un dedo en sus labios.

Mis codos se hundían en la camilla para sostenerme de su arremetida con más y más ritmo haciéndome perder la cordura, gimiendo calladamente más seguido, mordiéndome los labios, escuchando su respiración profunda, hasta que escuchamos un toc, toc en la puerta... Esto hizo que él aumentará muchísimo más el ritmo de su penetración y con ello el éxtasis retorciéndome de placer, sintiendo a continuación lo caliente de su semen dentro de mi. Nunca pensé que el temor a ser descubiertos fuese tan excitante!

Nos arreglamos rápidamente, me senté en mi lugar y aquí no pasó nada! Quien de la fila de pacientes que esperaban para ser atendidos podría imaginarse el motivo de mi demora?

Toda emergencia requiere decisiones asertivas!

Si lo lees, solo sonríe!... Porque solo tú y yo sabemos que tú eres tú, y que yo soy yo...