Mónica: premio de becaria.
Fecha: 04/10/2022,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Habíamos bebido mucho en el almuerzo, estábamos un poco pasados de alcohol ,yo al menos. Y encima muy caliente. Apenas entramos en la habitación le besé restregándome vencida contra mi marido, mi lengua le abrió la boca para meterse buscona hasta encontrar la suya que tardó en responder. Cuando lo hizo, se convirtió en un beso ansioso, exigente, cargado de vicio y lujuria.
- Eres una niña viciosa- me susurró al oído.
Y lo parecía, con deportivas, un jean elastizado azul claro, que se me pegaba como una segunda piel, una remera blanca, sin corpiño, con una campera azul oscura y el detalle final : una gorra negra de jugador de beisbol, que me cubría el pelo cortado a lo paje. Podían echarme apenas veinte en vez de mis cuarenta.
Le mordí el labio inferior y le contesté: - Muy ...muy viciosa para su macho.
Tenía ganas de una cogida un poco diferente, con algo de show y perversión. Pegada, moviéndome contra Santiago, con mi muslo contra su polla que empezaba a ponerse dura, recorrí con la mirada la habitación del hotel, buscando como montar el escenario. Me hice el guión en apenas unos segundos. Chupeteando su cara le fui empujando hasta un pequeño sillón.
- Sentate y mira a tu hembra- me retiré apenas unos pasos, parándome ante él. Me quité la campera, mis pezones se marcaban bajo el algodón de la camiseta blanca.
Puse la radio, los sones caribeños inundaron la habitación. Moviéndome a su ritmo me solté las deportivas, quedé en calcetines blancos, le besé ...
... apoyando mis tetas en la parte alta de su pecho. Fui hacia la heladera, puse hielo un vaso bajo, vertí en él una botella pequeña de ron y tomé una botella de agua. Volví ante mi marido. Sonreí coqueta y le di el ron .
- No lo bebas de un trago ...quiero que ...dure un poco.
Dio un sorbo mientras yo abría el agua y tomaba un trago a morro dejando que me cayera por la barbilla y me mojara la remera. Mi excitación y el agua fría pusieron más rígidos mis pezones, mis pechos quedaron transparentados bajo el algodón. Me los acaricié despacio, pellizcando las puntas erectas.
Cuando me acerqué para volver a besarle, y con una mano recorrí su muslo comprobé que ya la tenía dura.
- ¿ Te gusta la nena que tenés para la tarde?- mi voz sonaba ronca, excitada.
- Si...sigue. - una sonrisa curvó sus boca cuando añadió- Haz que me ponga burro.
- Tus deseos son órdenes.
Me giré moviendo el culo ante su vista. Sé que tengo una cola muy linda, dura, redondita, marcada sin llegar a ser culona. Y solté el botón del jean, luego, sin dejar de cimbrear bajé la cremallera y volví para quedar ante él, con el pantalón abierto dejando mi vientre al aire, la tanga quedaba oculta por el borde de la prenda, con los pechos marcados era una imagen digna de un anuncio . Fui bajando el vaquero, al hacerlo despacio , moviéndome como una serpiente que muda de piel, al ritmo de la música, era una invitación a lo que él hizo. Tiró de mí hasta que caí sobre él. Sus manos buscaron mis tetas, las apretó ...