Cuando la calentura aprieta (07)
Fecha: 06/10/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: rosamarsan, Fuente: CuentoRelatos
... grandes que traje, me subí a mi dormitorio. Estaba excitadísima, no necesité ni poner en el televisor pornografía, primero me toqué hasta que mi coño estaba bien mojado, metí el consolador y así estuve hasta que estaba a punto de correrme, paré y preparé el pepino, le puse un preservativo y le eché bastante gel lubricante. Poco a poco fui intentando meterlo dentro de mí, cuando sentía dolor lo sacaba y volvía a echarle lubricante, así estuve hasta que poco a poco el pepino entraba y salía de mi casi sin resistencia. Aunque con mi corrida bajo mi calor sexual, al día siguiente volví a repetirlo para estar preparada para Adolfo.
Por fin llegó el viernes, para esperarle me puse un vestido de tirantes blanco, sin nada debajo. Se transparentaban los pezones a través de él y eso me daba mucho morbo, la espera se me hacía larga.
Al fin llegó, tras los saludos de rigor, le invité a tomar un café, nos lo tomamos mientras hablábamos de cómo nos iba la vida.
Nos subimos a mi dormitorio, era la primera vez que ponía los cuernos en mi propia cama, nos desnudamos y nos tumbamos en la cama, nos besábamos mientras él acariciaba todo mi cuerpo, no dejando olvidada mi entrepierna, no dejó de magrearme hasta que estuve bien lubricada.
Él se levantó y yo sentada en la cama y él de pie, intenté nuevamente comerme ese pollón enorme. Algo que nuevamente me costó trabajo, pero esta vez lo intenté, mi boca parecía que iba rajarse, pero insistí hasta que me llené de polla, sentía como ...
... no quedaba espacio en esa cavidad, la punta de ella topaba en mi garganta, apenas podía respirar y se me saltaban hasta las lágrimas, él no paraba de gemir y yo a duras penas podía deslizarla por mi boca.
Previendo que podría correrse la saqué, ya que si soltaba la cantidad de leche que nuestra primera vez, sería capaz de ahogarme. Me empujó hacia atrás, se puso de rodillas y empezó a comerme el coño, cuando vio que estaba a punto de correrme, me pidió hacer un 69, nunca lo había hecho. Se tumbó y me guio, me senté encima de él y mientras me comía el coño yo intentaba seguir comiéndome su polla. No tardé en tener una corrida bestial, que él aceptó gustosamente no dejando nada sin lamer.
Me levanté, cogí un preservativo y a duras penas pude ponérselo, a él se le habían olvidado y yo claro está no tenia del tamaño que él usaba.
Me subí encima de él y poco a poco me introduje su polla dentro de mí. Gracias a los ejercicios que había realizado los días anteriores, fue menos doloroso que la última vez. Aun así, parecía que mi coño iba a reventar con semejante instrumento dentro. Por lo menos podía moverme mejor, subía y bajaba casi sin problemas.
Notaba como nuevamente la punta de ella tocaba mis entrañas, una sensación indescriptible, mezcla de dolor y muchísimo placer. Me fijé que pese a que entraba hasta el fondo de mi coño, aún quedaban un par de centímetros por entrar, algo ya físicamente imposible, ya que no había más cavidad dentro de mí. En esa postura tuve el ...