Juegos de Oficina
Fecha: 11/10/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Así que Carla pregunto por esa silla que no había visto antes en un salón que conocía bien:
-“¿y esa silla Paloma?”
-”uupps”, contestó su amiga jocosa y fingiendo vergüenza, “nuestra sex-silla que se me olvido guardarla anoche después de usarla”.
- ¿sex-silla? Jajajajajaja…
- si la encargamos diseñar especialmente. Es espectacular cuando Pablo se sienta en ella y yo me monto encima de él me folla con una profundidad increíble.
Y al oír esta respuesta tan directa y sincera de Paula se formo un silencio algo embarazoso, Carla estaba sonrojada porque Paula había vuelto a la imagen que en secreto había estado ocupando todos sus pensamientos sexuales durante las últimas semanas: el pollón de Pablo. Paula, conociendo a su amiga, intuía lo que había pasado pero, como en ese momento se sentía pícara, en vez de cambiar de tema o quitar tensión a la situación decidió ir al grano: “¿te gustó la foto de la polla de Pablo? ¿a que es preciosa?”.
Normalmente esta es un tipo de pregunta que ofendería a Carla y la que se negaría a responder (o que simplemente ignoraría jocosamente), pero en esta ocasión no pudo más que contestar sumisamente a Paula y susurrar “Sí”. Para empeorar más las cosas -o mejorar según se mire- casi en ese mismo momento llegó Pablo del trabajo y de dejar a sus hijos en casa de sus suegros donde pasarían la noche. Al entrar en el salón se encontró a su mujer y la amiga de su mujer en silencio, con una copa en la mano cada una, Paula mirando fijamente a ...
... Carla y Carla sonrojada mirando ligeramente al suelo. Además, Pablo en un vistazo a la escena, también noto que su sex-silla no estaba guardada y quedaba a la vista indiscreta de cualquier persona que entrara en el salón. Así que intuyendo que la conversación podía ser algo subida de tono (pero sin imaginarse los detalles del tema) decidió preguntar directamente: “¿qué está pasando aquí Paula, de qué estás hablando con Carla?”.
Paloma pasó directamente la pelota a Carla: “díselo Carla”. Carla lógicamente no contestó, sintiéndose más sonrojoada aún -pero a la vez excitada de una manera extraña y novedosa para ella que no llegaba a comprender. Paula volvió a repetir la pregunta de una manera imperativa, pero no agresiva, a la cual Carla una vez más simplemente se sintió sumisa:
-“Te he dicho que le digas a Pablo de que estábamos hablando”
- Carla levantó la vista ligeramente mirando a Pablo y obediente pero terriblemente sonrojada y excitada volvió a susurrar la respuesta: “de tu polla”.
Es entonces Pablo quien tomó las riendas de la situación y dijo: “¿ah, sí? Pues espera un momento que deje estas cosas en la habitación y vuelvo para que me cuentes más?”. No pasaría más de un minuto que Paula y Carla esperaron en silencio con las mismas miradas: Paula sobre Carla y Carla mirando ligeramente hacia el suelo. Entonces entró Pablo en el salón, desnudo con el mismo cuerpo escultural que en la foto y la polla morcillona como la recordaba Carla de la foto. Se sentó en la ...