1. La tormenta


    Fecha: 14/06/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Esta es la historia de cómo fui aprendiendo del sexo con mi hermano sin que él se percatara.
    
    El tema es que el toma una medicación que lo hace dormir toda la noche y no siente nada de lo que pasa a su alrededor.
    
    Yo soy Lorena tenía doce años cuando esta historia tuvo su comienzo y fue gracias a mi terror a las tormentas eléctricas.
    
    Mi hermano Luis tenía quince años en aquel momento, cada uno de nosotros tenía su propio dormitorio, una noche en que nuestros padres estaban en sus trabajos se desató una tormenta con truenos y relámpagos y yo despavorida corrí al dormitorio de mi hermano, me metí a su cama y me acurruqué a su lado.
    
    Sentía la placida respiración de Luis y así me fui quedando dormida, hasta que un gran trueno hizo retumbar toda la casa y me desperté aterrada, mi hermano seguía plácidamente dormido y yo recién en ese momento me di cuenta que durante el sueño me fui desplazando hacia su vientre, quedando con mi cabeza apoyada en su estómago y como se sentía cálido y confortable allí me quedé, semidormida.
    
    Otro trueno estalló haciéndome saltar del susto y un gran relámpago nos iluminó de tal forma que pude ver la verga de mi hermano saliendo por el elástico de su bóxer y apuntando hacia mi cara, la curiosidad fue mucha, nunca había visto una pija en directo y ahora tenía la de mi hermanito dormido toda para investigar.
    
    Tranquilamente, dado que sabía que él no despertaría, fui bajando su bóxer para ver mas y de pronto saltó como un resorte ...
    ... apuntando el techo, era enorme o a mí así me pareció, no tenía punto de comparación, pero lo medí con mi palmo y era bastante más grande, calculé unos 18 cm y muy gruesa y con un cabeza cubierta aún por el prepucio
    
    Su aroma me volvió loca y decidí darle un beso, luego otro y de pronto el instinto me hizo pasarle la lengua todo a lo largo para finalmente comenzar a chuparlo, la sensación era increíble, la verga de mi hermano dormido, rubio y sin vellos, apenas un matojito alrededor de la base, era hermosa, olía a él, tenía la piel del prepucio cubriendo la cabeza y la fui tirando para descubrirla, era inmensa, le pasé la lengua alrededor y sentí como Luis gemía en sueños, seguí mamando como si me fuera en ello la vida.
    
    Chupaba y me iba introduciendo la pija cada vez más profundamente en la boca, al poco me llegaba a la campanilla y si bien me provocaba alguna arcada, seguí hundiéndola hasta que de pronto casi se me va garganta abajo, me asusté y me retiré, pero justo en ese momento siento que la verga de mi hermano se va poniendo más gruesa y mueve la ingle como empujando para meter su verga en el sitio que en sueños vaya a saber que creía él que era. Cantidad de semen salía a borbotones y me afané en tragarlo todo, no podía dejar ninguna pista para cuando él se despertara, lamí todo para dejarlo limpio y traté de guardar su pija en el bóxer, pero seguía tan dura como al principio.
    
    A esta altura de los acontecimientos mi concha estaba empapada de jugos y sentía la imperiosa ...
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