Lucía: gordita y virgen
Fecha: 23/10/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Eratostenes, Fuente: CuentoRelatos
Conocía a Lucía desde hacía cinco años, pero siempre había tenido novia. Aun así, me fijaba en ella: bajita, gorda, una cara redondita muy bonita con pelo corto, una cadera ancha y dos pechos que en verano no intentaba disimular. Siempre escogía camisetas que le dejaban un escote que era imposible no mirar.
En el grupo de amigos todos habíamos parejas y solíamos hablar de sexo con naturalidad. Lucia seguía siendo virgen y se sonrojaba cuando nos oía. No intervenía, y, aunque nunca nos lo dijo, era evidente que seguía siendo virgen.
Yo hablaba a menudo con ella por Skype, especialmente en verano que era cuando menos veíamos. Un día hablando sobre mi novia le pregunté abiertamente si ella ya había perdido la virginidad. Me confesó que no, y que cuanto más tiempo pasaba más ganas tenía de probar todo eso de lo que hablábamos.
La conversación subió de tono y le propuse que nos masturbáramos a la vez, en la distancia, aunque yo llevaba un rato acariciándome la polla sin que pudiera verme. Al terminar nos despedimos y supe que ella quería algo más.
Pasaron los meses y seguíamos hablando, aunque yo seguía con mi novia. Hasta que un día ella cortó conmigo. Estuve muy mal, y tenía ganas de volver a follar con nuevas tías. Todo esto se lo contaba a Lucía, que hacía de confesora.
En esos días tuve varios líos, a los que me pasaba toda la tarde follándome en mi piso. Al terminar le contaba mis aventuras a Lucía, que me preguntaba todos los detalles. Le encantaba saber si ...
... me la chupaban o no, si les había agarrado del cuello o si me había corrido en sus tetas.
Pasó el tiempo y yo empecé a dejar de quedar con tantas chicas. Hasta que un día Lucía me pidió algo:
-Siempre quise esperar a tener novio para perder la virginidad, pero me he casado. ¿Te gustaría acostarme conmigo?
La verdad es que desde hacía un tiempo me masturbaba imaginándome como me comía sus tetas y agarrando ese enorme culo. Pero nunca pensé que me pediría que le quitara la virginidad.
Le contesté que sí, que me gustaría mucho y que quería que lo disfrutara.
-Estoy sola en mi piso, puedes venir ahora sí quieres.
Me puse algo nervioso. Era mucha responsabilidad, pero le dije que sí. Me vestí y salí para su casa.
Me abrió la puerta y me dijo que fuera hasta su habitación. Allí tenía la televisión puesta, con un capítulo de Los Simpsons de esos que ya has visto mil veces. Me tumbé en la cama y se puso a mi lado. En ese momento me confesó que no solo era virgen, si no que nunca había estado con un chico. No había besado nunca.
Acerqué mi mano para darle una caricia en la cara. Ella estaba muy nerviosa. Jugué un poco con su pelo mientras le miraba a los ojos y me acerqué para darle un beso. Yo solo iba a besar sus labios, pero ella sacó la lengua y empezamos a besarnos de forma muy intensa, sin parar.
Su determinación por follar me puso muy cachondo y le puse su mano derecha sobre mi polla, para que entendiera que con tan poco ya estaba muy dura. Me separé y ...