1. La primera chica casada y me la cogí hasta por el culo


    Fecha: 23/10/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... simetría achinada de sus pequeños ojos y salió vistiendo ese pantalón jean con una camiseta diferente que le hacía ver todavía más esbelta, o quizá era el efecto de que ahora la miraba con otros ojos. Le dije que pasaría a darme un baño y ella me dijo que no lo hiciera, que quería sentir el aroma de mi sudor, pues me aseguraba que ello le atraía. Puse la cajita de 3 profilácticos en el buró de un lado de la cama y comenzamos con un primer beso el que dio paso a muchos más.
    
    Yo le comencé a remover la blusa mientras le besaba el cuello, y ella me asistió a removerme la camisa. Ella quedaba con un sostén blanco que acomodaba unos pechos pequeños, pero de simetría redonda. Se los removí y así parados ambos a la par de la cama se los comencé a mamar. Sandra solo me acariciaba el cabello el cual me llegaba a media espalda. Luego con los minutos la acosté en la cama y levantó sus glúteos para poderle remover su pantalón jean. Tenía un calzón blanco estilo bikini con una textura tosca en su exterior y no me aguante por quitárselo y descubrir su conchita. Así lo hice y ella volvió a levantar sus glúteos y le removí su bikini. Yo me removí el pantalón y me quedé solo en calzoncillo, también estilo bikini. Me lancé de nuevo sobre ella y volví a retomar sus tetas y a mamarlas por un buen rato. En ese momento recordaría las palabras de otra mujer madura y de experiencia: - En el sexo todo es válido a experimentar en mutuo acuerdo y hay veces que decimos a ciertas cosas NO por pena, ...
    ... pero todos queremos experimentar algo nuevo y que la cama no se vuelva rutinaria.
    
    Bajé a besar su abdomen, el cual como imaginarán era plano, típico de una chica esbelta y alargada pues Sandra bien medía un metro sesenta y cinco. Cuando descubría su conchita, miré una rajadura de buen tamaño totalmente recién depilada. A pesar de que ella era flaca, sus labios superiores se miraban más gruesos y su clítoris era una pepa de buen tamaño y expuesto. Ella creo que intuyó para donde iba y me preguntó:
    
    - ¿Qué quieres hacer?
    
    - ¡Quiero besar tu conchita!
    
    - No… eso no. Nunca he hecho algo así.
    
    - Sandra, te dije que la pasaríamos rico y si no te gusta pues me lo dices y paramos.
    
    No esperé por su respuesta y le puse mi lengua caliente sobre su inflamado clítoris. Solo sentí que me tomó del cabello como para halarlo y creo haber escuchado una expresión como: ¡Ay, Dios! - Mi lengua bajó a su rajadura y comencé a pasearla y se la hundía con presión a su caliente hueco que emanaba fluido vaginal. Obviamente aquello le había encantado y Sandra solo siguió gimiendo y acariciando mi cabeza que se mantenía entre medio de sus piernas. Cuando intuí que aquello lo había superado, le puse dos almohadas debajo de sus glúteos y le pedí que elevara las piernas. Creo que eso menos que se lo esperaba y me dijo:
    
    - Tony, me da mucha pena.
    
    - Recuerda lo que dijimos: la pasaremos rico y esto no lo sabrá nadie… Sandra lo que pasa aquí nadie lo tiene que saber y solo déjate llevar y si no ...
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