La conocí en Miami
Fecha: 06/11/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: luisg, Fuente: CuentoRelatos
... de arriba hacia abajo. Esta vez simplemente cerré mis ojos e imaginé el culo de Nicole rebotando sobre mí.
La estaba pasando tan bien que ni siquiera me di cuenta de que mi puerta estaba abierta. El baño estaba a unos metros justo en frente de mi habitación, así que cuando Nicole salió de ahí, lo primero que pudo ver fue a mí con las manos ocupadas.
Ella guardó silencio, me miró asombrada y yo en mi terrible pena no sabía que decir…
-¿te ayudo?
Nicole rompió el vergonzoso e incómodo silencio con lo que jamás esperé escuchar. Ni siquiera dejó que respondiera, caminó hasta mi habitación, llegó a mí y con sus húmedas manos empezó a frotar mi pecho.
Sin pensarlo me abalance a su boca y la besé con pasión. No fue difícil igualar las condiciones, pues con sólo halar la punta de su toalla Nicole quedó completamente desnuda.
-déjame verte bien- le dije en medio de nuestros besos lujurioso. Así que la tomé de los hombros, la alejé un poco e hice que me diera la espalda. Tenía un culo perfecto, (lo recuerdo y me entran unas ganas tremendas de comérmelo completo). Entonces la acerqué a mí, aun de espaldas, y empecé a besar su cuello.
-hay que cerrar la puerta- fue lo único que acertó decir Nicole mientras su rostro parecía transformarse. Definitivamente era una sucia promiscua que llevaba tiempo sin coger, se acercó a mí nuevamente, se prendió a mí cuello, y con un pequeño salto enredó sus piernas en mi cintura.
Era el momento, estaba esperando a que pusiera mi ...
... carne dentro de ella, y con una sonrisa en su rostro me dijo -¿qué esperas?
Ni siquiera un condón me dio tiempo de buscar, para mi sorpresa ella quería tanto ese momento como yo. Así que lo hice, hundí mi duro pene en su ya húmeda vagina, y mientras ella tomaba una bocanada de aire con su boca abierta yo agarraba su culo como si de eso dependiera mi vida.
Con mis manos en él, dirigía los movimientos de Nicole y la penetraba una y otra vez. Las embestidas eran tan fuertes que retumbaban en la pequeña habitación.
En los casi cinco días que llevaba en esa casa solo había tenido la oportunidad de verla en las noches y por un corto tiempo. Pero eso había hecho que mi deseo y seguro el de ella también, aumentara.
No pasó mucho tiempo para que nos tumbáramos juntos en el colchón, ella quedó justo debajo de mí, sus piernas seguían rodeándome y yo no dejaba de cogérmela y de lamer sus senos con lujuria.
-espero que luego de esto si me recuerdes- me atreví a susurrarle con el poco aire que captaban mis pulmones en ese momento.
-ya veremos, por ahora quiero probarla- me respondió la irreconocible Nicole. Así que con una mirada de maldad me empujó levemente, con su mano tomó mi pene y con un pequeño esfuerzo se resbaló por en medio de mis piernas hasta quedar frente a frente con mi dureza.
Sacó su lengua, la pasó por el frenillo de mi pene suavemente y luego se lo llevó hasta la garganta. Yo seguí penetrando su boca como si de su vagina se tratara, sin importarme las ...