Luna de miel
Fecha: 25/11/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... comprado medio Corte Ingles, se habían dedicado a comprar regalos para sus familias. En el coche iban echando cuentas de lo comprado y para quien, la veía por el retrovisor y estaba muy guapa. Nada más llegar a casa y con las mismas ganas de hablar que en el coche, ninguna. Fui a ponerme cómodo y me deje caer en mi cama. Ni me entere del tiempo que había pasado, porque llamo mi primo a la puerta preguntándome si estaba bien y le dije que sí, que estaba bien. Ducha rápida y salí sonriente, la excusa de mi tardanza, que había estado hablando por el móvil.
Ellos se habían puesto cómodos, para mi sorpresa Keyrah se había puesto una ropa muy discreta. Pijama de pantalón largo y chaqueta igual, con mangas largas y no grande pero si ancho. De seda o raso, como no entiendo, pues no lo sé. Lo recibí como un toque de atención o un aviso. Muy diplomática pero efectiva. Trataría ni de mirarla. Me fui a mi habitación me puse mis cascos MDR… que eran perfectos para no oír nada, con su sonido envolvente. No me entere de nada.
QUINTO DIA
Cuando me levante y estaba desayunando, amaneció mi primo y con un aire de preocupado y con algo de ojeras, me pidió perdón por algo que no sabía. Me aclaro por las voces de la noche y le dije que había tenido los cascos puestos y no me entere de nada. No se lo creyó, hice que fuera conmigo a mi habitación. Se los puse y encendí la música sin tocar el volumen. Ya me creyó y su cara cambio. Mis palabras fueron, “si tienes que pedir perdón a alguien ...
... será a los vecinos” nos reímos de verdad. Nos despedimos hasta el mediodía, porque habíamos quedado para comer y luego ir los tres juntos a ver cosas. A las 12 llame a mi primo, para decirles que no podía comer con ellos ni tampoco quedar por la tarde, que nos veríamos por la noche. Mi disculpa, un trabajo imprevisto y urgente, mentira, pero sería mejor de esa manera.
Me fui a tomar unas cervezas con amigos y a las 9 de la noche aparecí por mi casa. Nada más abrir la puerta olía a comida, pero olía muy bien. Keyrah había preparado algo típico de su tierra, alitas de búfalo, costillas de cerdo a la barbacoa y mazorcas de maíz. Me mandaron a cambiarme mientras ellos terminaban de preparar todo. Lo habían colocado en la terraza. No sé cómo sabría, pero olía de cine. Las alitas de búfalo, son alitas de pollo, pero la madre que las pario lo que pican. Cuando comí la primer y vieron mi cara arder se echaron a reír. Aunque picaran estaban buenísimas, me tenían que dar la receta. Me puse hasta arriba, aunque no era mucha cena, porque poca carne tiene las costillas y las alitas. Pero quede muy satisfecho. Metí la pata al tratar de felicitar a Keyrah por la cena, “buenas manos tienes, hacía mucho que no comía así de bien, si todo lo haces igual” y me quede a medias porque supe que había metido la pata.
Porque la contestación de ella fue un mordisco a la yugular de mi primo, “ya lo sé, soy buenísima en todo, aunque algunos no lo aprecien” mirando a su marido. Cambie como pude de ...