1. Pati (Parte 1)


    Fecha: 26/11/2022, Categorías: Sexo Oral Autor: rafacal, Fuente: CuentoRelatos

    ... enigmáticos a los que me refiero. Enigmáticos, pues recibe mis cumplidos con la galantería de siempre, pero con frialdad. Ante cualquier elogio o cualquier detalle, se comportaba indiferente; te parecerá extraña esta mezcla, indiferencia con un aire de coquetería.
    
    Uno de esos iiernes al final del día, Pati se acercó a la salita y se sentó en una de las sillas. Me atreví a sacar de mi bar, una botella de Baileys; le ofrecí un trago del delicioso y suave licor, el que aceptó gustosa; como sabes, dicho licor tiene un bajo contenido de alcohol. Esto se convirtió en una especie de costumbre. Los viernes, a eso de las cinco de la tarde, muy cumplidamente, yo sacaba las dos copitas y la botella y las colocaba sobre la pequeña mesa de centro. Te cuento más Alberto, desde hace unas semanas, ella es quien, sin habérselo solicitado, se encarga cuidadosamente de dicho ritual. Debo agregarte que, por lo general, nos tomamos la botella completa, la que sin falta, me apresuro a reemplazar en un par de días.
    
    Nuestras conversaciones variaron mucho y con frecuencia llegaron a invadir temas levemente sexuales, los que yo abordaba y manejaba sutilmente, pues quería tomar las cosas con calma; sin embargo, ella no aparentaba sufrir alteración alguna, por el contrario, y en mi opinión, los disfrutaba con atención e interés.
    
    Debo confesarte que durante dichas charlas, después de pocos minutos, sentía que mi miembro estaba hecho un pantano, pues siempre he sido altamente sexual y hoy en día, ...
    ... a pesar de mi edad, se me altera muy fácil y frecuentemente la bilirrubina, pues me mojo sólo escribiéndote esta confesión, Alberto.
    
    En esas ocasiones, me preguntaba con curiosidad, si ella estaría tan mojada como yo. Lo ignoro. Muchas veces quise gritarle, −¡Pati, quítate esa puta blusa pues te quiero chupar tus lindos senos, tus bellas tetas! −las que me imaginaba como dije antes, coronadas por esos bellos pezones negros que tanto deseaba.
    
    Pati insistió siempre en presentarme una imagen suya, inocente y virginal, a pesar de haberme confesado y aceptado, haber tenido sexo varias veces, no sé cuantas… no sé con quien… y no quiero saberlo.
    
    −Me imagino que una mujer de tu edad ha tenido sexo, ¿cierto?− le pregunté.
    
    −Don Rafael, es mi vida privada −dijo.
    
    −Pati, de donde yo vengo, de California, las muchachas están activas casi desde los dieciséis años; no me digas que una mujer como tú es virgen! −exclamé.
    
    Sonreía con picardía, pero siempre me revelaba muy poco y pretendía ser muy ingenua, aunque se refería a ciertos episodios, los que recordaba con cierta diversión.
    
    Me contó varias historias, una de ellas, de una fiesta de tres parejas las que, celebrando el cumpleaños de una de las muchachas, terminaron entrando a un motel en el sur de la ciudad.
    
    −Me contarías qué pasó esa vez, Pati? −pregunté con gran curiosidad.
    
    −No don Rafael, como se le ocurre? −dijo−. Sólo sé que habíamos tomado mucho.
    
    Varias veces pensé pedirle que me quitara el “don”, pero ...
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