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Pati (Parte 1)
Fecha: 26/11/2022, Categorías: Sexo Oral Autor: rafacal, Fuente: CuentoRelatos
... era difícil, pues de vez en cuando, recibía clientes en mi oficina y esto presentaría problemas, tú sabes por qué Alberto. −¿Hace cuánto tiempo sucedió eso? −pregunté con insistencia. −Hace un año o algo así −contestó. Decidí seguir mi investigación. −Pero cuéntame, ya me dijiste que estaban allí, en el motel, cierto? Qué pasó allí? Tuviste sexo con alguno de ellos? Tenías allí una pareja, un predilecto o a tu novio? −No, todos éramos amigos −dijo−. Sólo sé que, después de un largo rato, casi dos horas, yo era la menos popular. Ellos, descansaban y seguían; cogían, se chupaban, cambiaban de pareja, no paraban. Eran tres hombres contra dos mujeres, muy alicorados, todos. Tenían un pequeño radio que despedía una música horrible y desde adentro, un empleado había traído la segunda botella de aguardiente. Yo, algo asustada, me quería ir a casa, pero no lo hice, pues no podía salir sola a esa hora, especialmente en esa localidad, parte de esta complicada ciudad. −No entiendo lo que dices; siendo tú lo que eres, siendo tan bella, cómo podías ser la más impopular esa noche? −pregunté con ansiedad−. Estaban con ropa Pati? −Ellos seguían tomando, casi todos desnudos, yo estaba sólo en brasier y calzones. −dijo−. Pero me quería ir a casa. −Pati, me muero por oirá lo de la impopularidad, por qué lo mencionas? −pregunté−. −Bueno, don Rafael, muy recién llegados allí, uno de ellos, Ramiro, a quien he conocido por algún tiempo, pero quien no me atrae, me ...
... persiguió, me tocó, me besó y me manoseó un buen rato, hasta que me hizo como dar ganas. Creo que a causa del alcohol, yo misma me quité los calzones. −Mámame la verga Pati, −ordenó−. Le hice saber que estaba totalmente loco. Nunca lo había hecho, ni lo haría ahora, menos con ese idiota. Ramiro trató de metérmelo sin condón, a lo que me rebelé y acabó metiéndomelo con condón. A los pocos minutos lo rechacé, pues, además de ser muy brusco, muy pronto le detecté un mal aliento horrible, de manera que, para su sorpresa, me aparté de él… y de ellos. −En los siguientes minutos, −continuó−, pude observar cómo, entre ellos, hacían el sexo y se cambiaban las chicas, hicieron de todo; se hacían el sexo oral, los unos a los otros. Miguel, se me aproximó y me dijo: −Quiero comerte, quítate los calzones! −a lo que me negué rotundamente. −Don Rafael, yo nunca he entendido el tal sexo oral. No permitiría que me lo hicieran, ni mucho menos, lo haría. −dijo Pati−. Cinco minutos después, me encontré sola en un pequeño asiento a un lado de la enorme cama. La fiesta se había acabado para mi. −Un rato después, −continuó Pati−, vi con sorpresa a Miguel, introduciéndole dedos por el trasero a Amanda, quien era la mayor de nosotras por cuatro o cinco años. Con curiosidad, oí que ella emitía altos y raros quejidos, los que no llegué a comprender; estaba bien tomada. −Sin embargo, cuando a veces me reúno con amigas a contar experiencias y hablar porquerías, muchas de ellas afirman que ...