La vida de Sandra (Cap. 12) - Relatos Eróticos

La vida de Sandra (Cap. 12)

... muchos años y he amasado una buena fortuna y deseo retirarme, ya no tendrás que ser mi esclava porque ahora soy yo la que quiere ser tuya.

Sandra no podía creer lo que su Ama le había pedido y dijo:

Perdón Ama creo haber escuchado que ahora es usted la que desea estar a mis pies, ¿estoy bien o lo he imaginado? Has escuchado bien Sandra, deseo ser tu esclava desde este momento si me lo permites, como te dije ya he juntado mucho dinero, el suficiente para vivir con todas las comodidades pero no deseo sentirme una inútil, es por eso que deseo ahora ser yo la que deba besarte los pies junto con las demás, te seguiré pagando tus estudios si lo deseas pero te suplico permíteme sentir que aun sirvo de algo; desde hoy esta casa será tuya junto con mis esclavos que trabajan aquí. De hecho he notado que en tu aprendizaje primero como esclava hiciste te mayor esfuerzo por tenerme bien atendida y como aprendiz de Ama note que me has superado.

Sandra al ver la insistencia y los ruegos decidió tomarle enserio su ofrecimiento y enseguida dijo:

Ya que ahora deseas que yo sea la que ordene aquí, si quieres estar en esta casa deberás postrarte a mis pies teniéndolos que adorar y desde este momento para ti soy “AMA SANDRA” así que vete desnudando ya que mis perras no tienen derecho a usar ropa. Tu primera obligación será sobarme los pies mientras realizo mis tareas escolares ¿has entendido perra?, la nueva perra antes Ama de Sandra respondió con un simple “si”, inmediatamente ...

... Sandra le soltó semejante bofetada que hasta la palma le quedo impresa por varias horas y Sandra pregunto con un tono totalmente imperativo ¿Cómo fue que me llamaste perra?, su ex Ama ahora derrotada solo dijo ruego su perdón AMA SANDRA, nunca fui sometida en mi vida y por tanto no estoy acostumbrada a responder con respeto, le suplico me perdone y ruego otra oportunidad, este error no se volverá a repetir.

La ex Ama que por su propia decisión se había convertido en una esclava más a los pies de Sandra después de recibir semejante bofetada comprendió en qué clase de vida se había metido, sin embargo ya no había vuelta atrás, ya que había puesto su negocio y su imperio incluida su mansión al nombre de su esclava de días pasados, por lo que ahora solo le quedaba aguantar regaños, seguir órdenes y bajar la cabeza si es que deseaba seguir viviendo ahí desde ese momento.

Sandra empezó a cumplir con sus deberes escolares y por razones más que obvias su nueva esclava tuvo que postrarse a sus pies de su nueva Ama para sobárselos mientras que su dueña hacía tareas. Al finalizar sus obligaciones escolares Sandra le dio una patada en la cara a su nueva esclava en señal que había terminado de sobarle sus delicados y ahora divinos pies. Al salir de su ahora salón privado de estudio Sandra hizo escucharse dos palmadas que indicaban que todo esclavo debía presentarse y arrodillarse ante el Ama. Al llegar todos los esclavos se postraron y besaron los pies de Sandra, ya fueran sus propias ...