1. Mi sueño era Pili


    Fecha: 12/12/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: rafacal, Fuente: CuentoRelatos

    Tuve este sueño amigo, el que me esmero en describirte con detalles, pues fue increíble. Ella siempre me ha gustado mucho; si no se ha dado cuenta, la mandaré de nuevo al colegio.
    
    El jueves durante el almuerzo le dije que me parecía muy sensual; en realidad mi timidez me contuvo pues he debido decir… ¡muy sexual!
    
    Nuestra conversación después de una hora, tomó un rumbo algo erótico y por lo tanto favorable, para mi. De alguna forma u otra, después de ruegos por un buen rato, la seguí hasta su apartamento. Ya allí, yo temblaba como un perico mojado, pues sentía que se iba a dar un muy esperado primer encuentro sexual entre ella y yo, pero necesitaba controlarme y presentar un frente digno de mi. Ella, con una sonrisa me dijo −Ponte cómodo −mientras sonriendo alegremente, se despojaba de su chaqueta, revelando bajo la blusa sus deseados pechos.
    
    Como optimista siempre he sido, en ese momento deseé que Pili estuviera tan deseosa como yo y por un momento, esperé que su cuerpo exhalara lujuria. Estábamos en la pequeña sala y al verla dirigirse a la cocina, me interpuse colocándole firmemente una de mis manos sobre un hombro. Ella, con un gracioso movimiento, dio media vuelta y me presentó su espalda. La abracé con firmeza, besándola suavemente en el cuello, descubriendo con sorpresa, que esto era algo que disfrutaba. Ella permaneció unos segundos en silencio, con la cabeza ligeramente baja, lo que me hizo temer que fuera un gesto de desaprobación, pero inmediatamente ...
    ... giró y me ofreció su boca. Mi beso fue exploratorio y ella me sorprendió con un beso sensual, pero algo tibio, pues sólo sus labios tomaron parte de él y aunque intenté abrirle la boca, ella con firmeza lo rechazó.
    
    Nuestros cuerpos se juntaron y mientras nuestro beso se extendía, la apreté de las caderas con pasión. Sus manos se posaron casi todo el tiempo en mi cara.
    
    Luego del largo beso, empecé a bajar con mis labios por su mentón, por su cuello, tomando dirección hacía el bello tatuaje entre sus senos, el que, por observar con deseo durante el almuerzo del jueves, me había distraído de la rica ensalada mexicana y de mi copa de vino blanco. En ese momento, consciente de que su blusa me impedía cumplir mi cometido, me tomó de una mano, guiándome a su habitación. Ya allí, la empujé con suavidad y desabotonando la maldita blusa y el apretado sostén, alcancé mi deseada meta, el pequeño tatuaje.
    
    Continué bajando, primero por sus hombros, luego por su pecho, deteniéndome en sus senos. Saboreé con deleite sus bellos pezones, los que estaban algo erectos; ella mientras tanto fue quitándose el pantalón de mezclilla, con cierto esfuerzo dado lo ajustado del mismo. Cuando terminó, coloqué mis manos a los lados de sus bragas y la miré a los ojos; ella, adivinando mis intenciones, con un gesto de aprobación levantó su pelvis para ayudar mi acción.
    
    Me han encantado sus gruesos brazos y piernas, siempre cubiertos y ahora a mi vista, pero ellos quedaron eclipsados por la muy ...
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