Charlas de alcoba
Fecha: 17/12/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mi pareja es una mujer alegre y resolutiva, con un buen puesto de trabajo que la hace ser muy independiente y tener una vida social muy activa.
Suele vestir cuidando mucho su imagen, sin llegar a ser absolutamente llamativa siempre tiene el toque de elegancia y sofisticación que me encanta. Todo ello resalta su bonito cuerpo, en el que no destaca nada especial pero que cuando lo contemplo en su desnudez me resulta delicioso.
Todo esto lo podría decir cualquier marido enamorado de su esposa, en mi caso añadiré que llevamos pocos años de pareja, nos conocemos muy bien y disfrutamos mucho con el sexo, siempre buscando cosas nuevas para sorprender y agradar al otro.
Cada cual a su manera y estilo, busca nuevas experiencias y situaciones para agradar al otro, cada vez más imaginativas y morbosas, pues se trata de mantener la llama de la pasión y ejercer el roll dominante en la pareja.
Podría decir que en esta contienda el resultado está bastante igualado, pero mentiría puesto que ella me supera con su desbordante imaginación y su capacidad de tener múltiples orgasmos en una misma noche, con lo que las sesiones de sexo se alargan y alargan.
- “Hola cariño. ¿Qué tal ha ido el día?”, me pregunta mi esposa al llegar del trabajo.
- “Cris, Yolanda y Mari han estado aquí esta tarde. Mientras tomábamos café hemos estado viendo nuestras ultimas fotos. También hemos organizado lo que haremos para el próximo carnaval”.
- “Hola guapa. Ah, vale. Ya me dirás cuál es el ...
... plan. ¿Preparamos la cena?”, le respondo sin prestar mucha atención a lo que me dice.
A ella parece que le hubiese gustado seguir con el tema de sus amigas y las fotos, se ha sentido algo defraudada ante mi falta de interés. Al acostarnos, Marisa vuelve a sacar el tema de las fotos.
Yo estaba sentado apoyado en el cabecero leyendo unos minutos antes de dormir. Marisa se ha acostado pegada a mí con su cara junto a mi hombro y su mano sobre mi pecho jugueteando con mi vello.
Le pongo la mano en la cadera acariciando sus curvas sobre el camisón de tacto de seda que se ha puesto hoy. Está realmente sexy, el camisón es muy corto y veo como se frota un pie con el otro, he aprendido de otras ocasiones es preludio de una incursión de las suyas. Eso me gusta y me pone en alerta y deseoso de dejar el libro para otro dia.
- “Lo hemos pasado muy bien mirando las fotos de la excursión a la nieve y también las de Halloween. También les he enseñado tus fotos, aquellas que te hice durante las vacaciones”.
Empieza el juego. Sé que lo dice con ánimo de provocarme y tengo que reaccionar rápido si no quiero ser su muñeco de juegos.
- “¿Queeé? ¿las fotos que me hiciste desnudo? ¿esas? Pero, ¿cómo se te ha ocurrido tal cosa?”
- “Menuda vergüenza cuando las tenga delante. ¿no les habrás enseñado las que se me veía todo? Me moriría de vergüenza”
- “Claro que si... y les han gustado mucho. Si vieses las caras que iban poniendo a media que las fotos pasaban de mano en mano. Ponían ...