1. Mi primera noche como puta


    Fecha: 21/12/2022, Categorías: Transexuales Autor: GabiTravi, Fuente: CuentoRelatos

    Ya había pasado al menos un año desde que me vestía de pie a cabeza como Gabi. En verdad, cuando estaba en casa dejaba de ser Mario y era Gabi al 100; en noches más calientes había llegado a meterme 3 dildos de un solo tiro. Mi culito se empezaba a acostumbrar y dilatar más rápido. Estaba lista para el siguiente paso.
    
    Con el tiempo yo deseaba más. Quería estar allá afuera, como Gabi. Como esta ciudad es homofóbica hasta la muerte, para salir necesitaba tener más cuidado. No me podía mandar sola, con ropa de stripper, por las calles de Lima.
    
    Sabía que hay zonas por donde es “casi normal” ver travestis y transexuales – por el centro de Lima, el jr. Zepita, el antiguo cine Tauro. Exploré las zonas en las noches vestido como Mario, para ver cómo era el ambiente. Y sí, a partir de las 10 de la noche podía verse de todo – hasta tranies cogiendo en plena calle. Pero aún me faltaban huevos para irme sola. Así que pensé en un plan. Le pedí a un amigo (y bueno también mi cachero de fin de semana) llamado Carlos que fuese conmigo, como mi “acompañante” (ok, cliente) a darnos una vuelta por todos esos barrios.
    
    El aceptó de inmediato – es más, la idea le excitaba como loco. Así que lo planeamos todo para un viernes en la noche. Antes que nada me di un baño largo de espuma y me depilé hasta el último centímetro de piel; quería lucir sexy esa noche. Entre los dos seleccionamos mi ropa: obviamente quería (y tenía) que lucir como una puta travesti. Seleccionamos un short blanco, de ...
    ... licra, bien apretado y chiquito y un tanktop lila también cortito. El maquillaje sería el de una puta claro.
    
    Como a las 10 de la noche se apareció Carlos por mi departamento. Me miró de pies a cabeza y solo dijo “eres toda una puta”. Revisó todo mi vestimenta y me dijo “estas lista nena”. Pero primero, para romper los nervios (míos) nos tomamos un par de rondas de wiski con hielo.
    
    Tenía que relajarme un poco. Con un par de tragos ya estaba lista para todo. Así que antes de salir le dije “Espera, hay algo que necesito hacer antes de salir…necesito entrar a mi modo de puta primero” – así que, sin titubeos, me puse de rodillas, abrí su pantalón y bragueta y le di una mamada a fondo hasta que el pobre tu tuviese opción más que vaciarse en mi boca. Ahora sí, con semen aun en los labios y lengua, agarramos las llaves de auto y salimos a la calle.
    
    Ese viernes en la noche salí del departamento decidida a experimentar una caminata nocturna como si fuese una prostituta travesti. La fantasía me perseguía por muchos meses así que sabía que esa noche sería especial para mí. Carlos me llevó en su auto; llevaba ropa de putita pero con un abrigo negro con cinturón que me llegaba hasta los muslos.
    
    Encontramos un estacionamiento por Quilca y de allí iríamos caminando; ya eran casi las 11 de la noche. Salí del auto, sentí una ráfaga de aire frio por la cara. Era ahora o nunca. Carlos medía casi 1.80 así que hasta cierto punto me sentía protegida. Cruzamos la avenida en dirección al ...
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