El postre y después.
Fecha: 23/12/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Nerviosa, me miraba en el espejo del ascensor para revisar que todo estuviese bien.
Ahuecarme un poco los rizos, colocarme bien el flequillo, poner morritos y ver que mi. Nuevo pintalabios me sentaba genial y poco más.
Era la segunda cita después de habernos acostado, así que me había preparado bien. Había elegido un tanga de color azul marino y no llevaba sujetador, como él había comentado que le gustaba. Llevaba un vestido negro de tirantes no muy ajustado con unos buenos tacones. Y aún así tenía mucho calor...
Se abrió la puerta del ascensor y ahí estaba él. Esperando con una sonrisa de oreja a oreja y las gafas de medio lado.
Había fantaseado con él muchas veces viéndolo pasar entre los stands del centro comercial, incluso al cruzarnos en la puerta de vestuarios... No me había imaginado que podía ser tan loco en el sexo, estaba sorprendida y encantada.
- Bienvenida preety! Adelante!-
Me cogió el bolso para colgarlo y seguidamente me dio un abrazo. De esos de verdad, con cariño y alegría.
- Te voy a poner un habla 7 que maridará genial con el risotto.
Yo no tenía idea de vinos, pero me venía bien para templar los nervios.
Me invitó a sentarme en la mesa y picar algo de lo que allí había y se fue a la cocina después de decirme que volvía en 2 minutos.
Cenamos una ensalada templada y un risotto casero de trufa que le había quedado espectacular.
Quedaban sólo un par de copas en la botella de vino, así que hablábamos y reíamos sin vergüenza ...
... alguna.
Faltaba el postre...
Vino de la cocina con el delantal puesto, imaginé que habría hecho algo con salsa y no quería salpicarse.
Llego a la mesa con un bote de nata que dejó en la mesa y sin decir más, se dio media vuelta para volver a la cocina, pero antes de que diese el segundo paso, se me escapó un - heeeeey!- Mientras veía sus nalgas desnudas.
No llevaba puesto nada más que el delantal!
En décimas de segundo logré entender que el postre era él literalmente!
Se dio la vuelta, se quitó el delantal relajadamente y me puso su polla dura delante.
Me miraba con su sonrisa y se miró la polla...
- La quieres con nata o sirope?
Solté una carcajada mientras mi cara enrojecía...
Me giré en la silla y abría las piernas para tener una postura más cómoda.
Cogí el bote de nata y lo removí con ritmo mordiéndome el labio para darle más morbo.
Su polla seguía delante de mi cara. Más dura, más grande y palpitante.
Le puse nata desde los huevos hasta la punta, dejé caer el bote y me dispuse a disfrutar de mi postre.
Mientras le lamía los huevos mi mano se movía repartiendo la nata al ritmo de una paja.
Mi lengua y mis labios recorrían toda su polla sorbiendo y lamiendo la nata y hasta que no acabé de lamerla toda no me la metí en la boca.
Estaba tan cachondo que había empezado a soltar preseminal a chorro y a mí me parecía oro líquido, así que lamía todo lo que podía, porque me encantaba.
Seguía comiéndosela despacio, pero fuerte.
Él ...