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El postre y después.
Fecha: 23/12/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... gemía y se le entrecortaba la respiración. Me tocaba el pelo despacio y de repente con el puño cerrado y mi pelo allí enmarañado apartó mi cabeza de su polla y me besó. Lamía mis labios en busca del sabor Me miró con cara de locura, se quitó las gafas dejándolas en la mesa con sumo cuidado y se agachó rápidamente delante de mi coño. -un tanga precioso- susurró. Apartó el tanga mojado a un lado y empezó a lamerme con desesperación. Me puso tan cachonda que solté un alarido y debió calentarse tanto que empezó a comérmelo como loco mientras me metía dos dedos. Luego tres... Llegue al orgasmo al instante y cuando acabé me puse de pie, dejé caer el vestido y el tanga al suelo, apoye una pierna encima de la silla y le miré mientras ponía mi culo en dirección a su polla para que me penetrase. No le hicieron falta más palabras, se agarró a mis caderas y me la metió hasta el fondo. La saco y volvió a meterla entera Así un par de veces más. - más! Dame más! - le pedí. Me dió unos cuantos empujones con más ritmo... Me dió la vuelta, me abrazó apretándome con sus manos el culo, ...
... y cogiéndome de las piernas me subió en brazos para metérmela mientras me sostenía en el aire. Caminó unos pasos hasta el sofá y nos dejó caer allí. Yo había quedado debajo de él con el culo en alto, en el apoyabrazos y en cada empujón gemía casi gritando de tan hondo que me la metía. Estaba como loco... -no pares, me voy a correr! Justo antes de mi orgasmo posó la palma de su mano en mi clítoris y apretó. Eso hizo que fuese el doble de intenso. Seguía penetrandome fuerte y mi orgasmo se alargó en el tiempo mientras yo me retorcía y gemía. - Joder como aprietas! -dijo - me vas a hacer correrme ya!- mientras sus manos apretaban mis caderas y su ritmo se aceleraba aún más. Un par de empujones y un grito sordo después sentía los espasmos de su polla dentro de mí mientras aquel calor inundaba mi coño. Él seguía moviéndose y su semen empezó a derramarse resbalando por mi culo. Entonces, cayó sobre mi pecho, nos reímos mientras nos abrazabamos y nos quedamos dormidos al son de los latidos acelerados que habíamos conseguido. Comer, amar y dormir. Tres grandes placeres unidos.