1. Una mañana en el sofá


    Fecha: 23/12/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    Ella es una mujer inteligente, avispada, atractiva. Quedé con ella en el centro de aquel pueblo, nos habíamos conocido por internet y era nuestra primera cita.
    
    Yo estaba nervioso, sentía un temblor en las piernas, cierta incertidumbre sobre la mujer que me iba a encontrar, a pesar de que había visto unas fotos de ella y habíamos intercambiado infinidad mensajes.
    
    Llegaba justo de tiempo, la llame, y a pesar de ello, mantuvo su sonrisa…
    
    Estaba mejor que en la foto que me había enviado, morena con mechas, labios provocadores con un ligero toque de color, y la misma sonrisa que en las fotos, encantadora. De mí más o menos misma estatura y con unos pechos turgentes…
    
    El plan era tomar un café, conocernos y pasar una mañana agradable. Sí que lo fue.
    
    Nos dirigimos a la primera cafetería que encontramos: me encanta ese sitio, silencioso, tranquilo… Hablamos de todo un poco… Me gustaba, pero no me atrevía a dar el primer paso, no lo tenía claro… ella tenía novio, y no me apetecía meter la pata.
    
    Cambiamos de lugar, más cerca de mi casa. Charlamos durante unas horas, hablamos de todo un poco, de mi trabajo, sus aficiones, sus amigas, mi pueblo… me gustan las mujeres que saben llevar una conversación y dejan que lleven la conversación.
    
    Después de un paseo por un parque cercano (en el que estuve a punto de tirarla a la hierba y comerme sus labios). Noté cierta prisa en ella, ¿era por llegar a su casa pronto o porque no se nos hiciera tarde?
    
    De camino al metro, ...
    ... pasamos por delante de la calle que lleva a mi casa. Nos detuvimos, y en ese momento bese sus labios. Estaban riquísimos.
    
    -¿Subes a mi casa? -La pregunté.
    
    Se lo piensa. Parte de mi está deseando subir, pero otra parte dice que no.
    
    Mis labios recorrieron su cuello para hacer que la balanza cayera a mi favor.
    
    De camino a mi casa nos besamos, nos acariciábamos, nos abrazamos. Subimos las escaleras como dos chavales… con ganas de abrir la puerta y comenzar a sentir nuestros cuerpos.
    
    Fuimos lanzados al sofá, juntó sus labios con los míos. Sentí la humedad de su boca en la mía, los dos tenemos los labios carnosos y parecía que manteníamos una lucha a ver quién dominaba a quien con algún mordisco.
    
    Ambos nos quedamos en ropa interior, me hizo sentarme, y se puso de rodillas en el suelo. Metió la mano en mi bóxer y sacó mi miembro. Comenzó a masajearlo suavemente hasta que comenzó a crecer y crecer entre sus manos. Tenía los ojos cerrados cuando sentí una agradable humedad en mi capullo. Se la está metiendo en la boca, lentamente… Lo hacía genial, sentía su lengua como acariciaba toda mi polla, subiendo y bajando, disfrutando del momento. Acariciaba con sus manos mis testículos, besaba la punta de mi miembro con dulzura.
    
    Ella se incorporó y se montó encima de mí, yo tenía la polla a tope. Comenzó a restregar su sexo contra mi miembro, estaba utilizándola como objeto masturbatorio, como un dildo, subía y bajaba, haciendo que mi polla restregara todo su clítoris de ...
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