Cuando ella conoce al macho alpha negro
Fecha: 31/12/2022,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... alzo el culo y se puso en cuatro con el culito en pompa.
Enmanuel se puso con las rodillas en los hombros de Mirian, quedando la cabeza de esta entre sus piernas, el pollon la rozaba la cabeza.
Se agacho y azotándola con la mano fuete en los cachetes del culo la dijo:
- ¿Vas a desobedecerme otra vez? ¿vas a no hacer lo que tu macho negro te mandé? Dime puta
- No Enmanuel, te voy a obedecer y no volverá a pasar.
- Desde hoy me llamas príncipe, ¿entendido?
- Si mi príncipe entendido.
Paro de azotarla, la ardía el culo de lo rojo que se lo había puesto.
LA ordeno no moverse. El cabron ya tenía el mástil arriba, y yo de paso también.
Si agacho con hacía su culo y con la manaza la sobo el coño.
- Que buena puta me has traído Julio, mira.
La mano estaba encharcada mi mujer se estremecía con cada roce, se iba a correr ya mismo solo con azotarla allí delante de toda esa gente y mía.
Alargo su mano y por debajo empezó a jugar y pellizcar sus pezones. Mi mujer ya quería correrse resoplaba y gemía.
- Bueno mi putita, hoy va a ser muy especial para ti y nos vamos a ir a mi casa a pasar el día y la noche, ¿verdad que quieres que sea así?
Seguía con su mano pellizcándola y retorciendo sus pezones y con el dedo gorda de la otra frotaba su ano, apretándolo, pero sin meterlo.
Mirian quería ya correrse, pero cuando el notaba que se estremecía paraba.
- Mi príncipe por favor déjame correrme no puedo más.
Se aparto un poco y con toda la mano la ...
... sacudió un ozote abarcando toda la raja de su culito llegándola a la vagina.
Mi mujer dio un espasmo mezcla dolor intenso mezcla placer inigualable.
- No aprendes puta, contesta a la pregunta.
Y volvió a darle de nuevo azotes pausados.
- Dime puta
- Si mi príncipe si, vamos a tu casa por favor y seré y hare lo que tú quieras, pero déjame correrme.
La puso de pie agarrándola del cuello con una mano, poniéndose detrás de ella metió su polla entre las piernas rozándola. Mirian fua a tocarla para apretársela contra su coño, pero de nuevo la aparto y otro sonoro azote la hizo temblar.
- NO HACES NADA QUE YO NO TE MANDE.
Mi mujer con los brazos caídos a los lados, las piernas entre abiertas, los ojos cerrados y el negro detrás comiéndola el cuello con ansia como si la devorara, asomando el pollon por entre las piernas de mi mujer, y magreandola las tetas con saña, la dijo al oído:
- Ahora mi puta córrete.
Y agarrándola la vulva como si fuera una patata agitándola violentamente mi mujer gritando dijo:
- Mi príncipe Dios mío.
Y echando flujo como una fuente y temblándola todo el cuerpo se corrió como yo creo que nunca la había visto correrse antes.
La giro y agarrándola el culo con ansia la empezó a morrear a lo que mi mujer respondió como una salvaje también.
La aparto y me dijo:
- Recoge todo que nos vamos a casa te esperamos en las dunas.
La agarró de la cintura como si fueran novios y magreandola y comiéndola la boca se fueron hacia ...