1. Mi mujer me pone un cinturón de castidad


    Fecha: 01/01/2023, Categorías: Gays Autor: Qurioson, Fuente: CuentoRelatos

    ... habrá un cambio de roles, la que penetra soy yo, la puta sos vos, serás sodomizado por mi y por quien yo quiera, las veces que yo quiera, usaras la jaulita para tener guardada en forma constante tu porquería, ya que no me sirve más, hasta que se me ocurra sacártela o te lastime. Por lo tanto no tendrás orgasmos por mucho tiempo, y veré, quizás no los tengas nunca más, no me importa si te explotan las pelotas. Por supuesto la llave de la jaulita la tendré yo bien guardada y agradece que no la tire al río. No te la voy a sacar ni cuando venga algún tipo a cogerme, porque vos no vas a cogerme, pero yo sigo teniendo necesidades como mujer, así el tipo que venga, te quiera romper el culo, será con la pijita encerrada.
    
    -Yo veré si te permito que veas como gozo con un hombre de verdad, o si solo te dejo escuchar mis grititos, y también voy a decidir si te hago romper el culo o que lamas la pija de mis machos, también seguramente voy a traer alguna pendeja para divertirnos delante tuyo, y reírnos de vos. Ah, te compré una colchoneta para que duermas a los pies de mi cama, los perros no pueden subir a la cama sin permiso
    
    -Demás está decir que cuando yo tenga visitas, sean hombres o mujeres, vos seguís siendo mi esclavo, y te mantendrás callado, obedecerás mis órdenes o la de mis invitados y por supuesto solo usaras tu tanguita negra
    
    -no Ama por favor
    
    -no te dije que podías hablar
    
    Nuevamente me pegó un cachetazo en la cara por haber hablado sin permiso.
    
    No podía ...
    ... creer todo lo que me dijo, mi vida iba a ser un auténtico calvario, y estaba decidida a vengarse de mi, lo único que me quedaba era aceptarlo y tratar de que algún día me perdone.
    
    Se sentó en el borde de la cama, cruzó una pierna sobre la otra, y me ordenó que vaya en cuatro patas como un perro, a su lado, lo hice, seguí de rodillas frente a ella, Alicia tiene unos pies de princesa, pequeños y perfectos, con unos deditos chiquitos hermosos, me dijo que le saque el zapato, le bese los dedos y se los chupe, para mi era un premio inmerecido, se los bese tímidamente y me reprendió,
    
    -hacelo con devoción, inútil, y después el otro pie, demostrame la adoración que sentís por mi
    
    Se los bese apasionadamente, mi pequeño pene, se había puesto duro y luchaba por salir de su prisión, en un momento ella lo notó y me dio unos toques con el pie en la jaulita, haciendo que se muevan mis genitales como el badajo de una campana y provocándome un poco de dolor, hacia un par de días que tenía puesto ese adminículo y ya me estaban doliendo los testículos...
    
    -¿qué te pasa, te duele maricón?
    
    -Un poco Señora
    
    -a mi me duelen los ovarios y no me ando quejando
    
    Entonces apoyo sus dos hermosos pies en el piso, tiró su cuerpo hacia atrás quedando acostada sobre la cama, abrió bien las piernas y me ordenó que le chupe la concha y la haga correrse.
    
    Me dediqué un buen rato a lamerle el clítoris y besar sus labios vaginales, una dulzura, me volvía loco hacer eso, hasta que dijo:
    
    -Vamos ...