1. Insana relación


    Fecha: 06/01/2023, Categorías: Infidelidad Autor: ogarcia, Fuente: CuentoRelatos

    -¿Qué fue lo que hicimos?, ¿pero qué carajo hicimos?
    
    Ella lloraba en silencio ocultando su rostro con el móvil en sus manos. Tomé el mío y comprendí el porqué lo hacía.
    
    *******
    
    Era casi Navidad y hacia frio; llegué a casa ya tarde y aún había luz y movimiento en casa.
    
    -¡Hola papá! –dijo mi hija al pasar cargando una caja– ¡mamá!, llegó papá.
    
    -¡Qué bien que llegaste!, ¿Qué tal tu día? –me preguntó mi esposa a mitad de escalera.
    
    -Movido –comenté –aún no sé si pueda llegar a tiempo con ustedes.
    
    -¡Ni lo pienses! –dijo apuntando su índice hacia mi– ahora más que antes tienes que llegar, la cuñada se va contigo.
    
    -¿Cómo dices?
    
    -¡Que se va contigo!, va a entregar la casa ese día y no tiene como irse.
    
    -¿No se puede quedar tu hermano?
    
    -Él se lleva a mis papás y salimos antes para recoger a sus suegros, ¿no lo recuerdas?
    
    -Mujer, ¿Cómo comprometes mi tiempo?; ¿Qué pasa si no puedo salir temprano o llegar ese día?
    
    -Vas a llegar –Dijo tomando mi hombro y dando por terminada la plática.
    
    Los días siguientes pasaron volando, un día antes mi esposa y familia salieron con rumbo a la cabaña de los suegros de mi cuñado donde festejaríamos la Navidad; los despedí temprano en la puerta de la casa.
    
    -¡Manejen con cuidado! –grité cuando los autos se pusieron en movimiento.
    
    -¡No salgan tarde mañana! –fue la respuesta de mi esposa– los esperamos.
    
    El día de Navidad recibí una llamada por la mañana, era mi cuñada confirmando que estaría lista a la hora ...
    ... convenida y que me esperaba; tendría que apurarme a dejar todo terminado. Tiempo después volvió a llamarme para pedirme que sería mejor si la recogía en el lugar donde entregaría la casa, su negocio es en bienes raíces y una de las propiedades a su cargo se entregaría ese día.
    
    Llegué justo a la hora; dentro del inmueble se escuchaba un ambiente festivo, toqué a la puerta y fue ella quien me abrió.
    
    -¡Qué bueno que llegaste! –me dijo con voz angustiada -¡no sabía cómo quitármelos de encima!
    
    Al correr la vista al interior pude ver a tres hombres en la barra de la cocina, botella en mano y en claro estado de ebriedad.
    
    -No te apures –la tranquilicé –yo me encargo.
    
    La tomé de la cintura y nos dirigimos al interior.
    
    -Señores, les presento a mi…
    
    -Soy su esposo –me adelanté sin dejarla terminar –mucho gusto.
    
    Respondieron mi saludo con evidente enojo, si tenían un plan para con ella estaba claro que no iba a pasar.
    
    -Querida, si ya terminaste será mejor que nos vayamos, aún tenemos cosas por hacer y se nos hará tarde; caballeros, fue un placer conocerlos –esto último dirigiéndome a ellos sin dar pie a una respuesta.
    
    Ya en el auto y en camino a su casa a recoger sus objetos personales me dijo:
    
    -Han estado tras de mi desde hace algunas semanas, los soporté porque quería terminar la venta; por principio no fue un problema pero después que comenzaron a beber iniciaron las insinuaciones y de no ser por ti no sé qué hubiera pasado después.
    
    -De haberlo sabido ...
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