Carmen, delantal ardiente.
Fecha: 11/01/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Conocí a esta mujer en una página de contactos sexuales y tuvimos nuestros mensajes de contacto y tras decirme una de sus fantasías le indiqué que podríamos hacerla realidad.
Ella es casada, por tanto, sabía que no podría ser el encuentro de noche, es lo que tienen estas mujeres comprometidas, que las noches las pasan en sus casas, pero eso no era realmente un problema, al contrario, a veces son muchas las ventajas.
Carmen, que así es como la llamaré me dijo de quedar en algún sitio y yo le dije que para realizar su fantasía tendríamos que tener una casa o al menos una cocina para poder realizarlo, a lo que la invite a mi piso en el centro de la ciudad, bastante discreto para lo que realmente íbamos a realizar.
Cuando le di la dirección me dijo que, si me venía bien por la tarde de dicho día, y yo claro que no le puse ningún impedimento, siempre hay tiempo para dar placer a una mujer.
He de puntualizar que cuando llego me dejo bastante asombrado, porque venía muy discreta, pero sabiendo insinuar su cuerpo sin ser demasiado vulgar o descarado, por lo que nada más entrar en mi piso, nos dimos un buen morreo metiéndonos las lenguas hasta la campanilla. Mientras hacíamos este gesto de deseo y lujuria concentrada con un beso apasionado mis manos iban directamente a su culo, intentando ponerla más caliente de lo que ya ella venía, así, tras varios sobes en su anatomía y tras ella tocar todo mi cuerpo decidió que debía de probar el plátano que ya aventuraba buen grosor ...
... de excitación.
Tras dejarla que se pusiera de rodillas en el suelo y viendo que no le hacía falta ninguna ayuda por mi parte para tragarse literalmente y con algo de complejidad semejante trozo de carne mío, la deje que se diera el festín previo a la follada de boca que le iba a meter, por lo que Carmen se deleitó bastante, tanto que gemía con cada metida en su boca de mi miembro, ya gordo, ya erecto y ya con ganas de empezar a reventar su cuerpo de placer. Se tomaba su tiempo porque se notaba que le gustaba, aparte de saber mover su boca para no rozar sus dientes contra mi carne y eso siempre se agradece, aunque también es cierto que a veces un roce ayuda a elevar el grado sexual.
Agarre de su melena con una mano y su cabeza, con mi otra mano por debajo de su barbilla y sin esperar a que estuviera preparada empecé a bombear mi cadera contra su cara y así estuve un buen rato, incluso notando que ella con sus manos quería quitarse lo que tenía dentro de su boca, pero yo apretando más hice que incluso le vinieran alguna que otra arcada, por lo que cuando creí que ya debería de sacarlo de donde lo tenía metido ella grito mientras le salían bastante babas que le cayeron por el canalillo de su escote casi manchando su camisa y su sujetador, en donde yo le ayude a que se levantará e hiciera que se quitara dichas prendas y ya que me ponía, pues le desabroche la falda y le baje su culotte, porque de todas maneras íbamos a follar y las ganas que nos teníamos en ese momento hacían ...