Aquel hombre quince años menor que yo (Final)
Fecha: 12/01/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: canicula, Fuente: CuentoRelatos
Fue entonces que aquel hombre joven y yo nos encontrábamos ya en el cuarto de un hotel a las orillas de nuestro pueblo, llegamos en automóvil, la luz de la tarde comenzaba a esfumarse. Recuerdo con claridad haber hecho un par de llamadas para decirles a mis hijos que al rato pasaría por ellos, mi esposo se encontraba en un evento de trabajo y no le llamé, tampoco él lo hizo.
Una vez que colgué, comencé a desvestirme para mostrarle la ropa sexy a mi príncipe, que nutriera su mirada con el atuendo erótico que me había puesto para él. Él empezó a quitarse sus zapatos y pantalón, y yo no dejaba de lucirle mi ropa interior, eso me encantaba, me excitaba ver cómo era deseada por este hombre, me levantaba el ánimo.
Me puse un corsette, medias obscuras, tanga de encaje, en verdad me puse muy sensual y aquel hombre joven con mus mirada me devoraba, eso me encantaba.
No había marcha atrás, recuerdo que nos abrazamos y empezamos a comernos a besos, nos metíamos la lengua intensamente, el con sus manos me tocaba distintas partes de mi cuerpo, se agasajaba con mis nalgas, con mis senos, mis piernas, en fin, era un festín de caricias que hizo que abriéramos la puerta a quitarnos la ropa que nos faltaba, estábamos desnudos completamente, y mi príncipe, el calor aumentaba después de los besos y arrumacos, yo comenzaba a sentirme poco mojada, y pude notar que en la punta de su miembro viril se acumulaba un indicio de semen, como líquido pre seminal, la cabeza de su pene estaba algo ...
... mojada y eso me prendía aún más.
Entonces empezó la jornada de aquella tarde, recuerdo que aquel hombre quince años menor que yo me pidió que me inclinara sobre la cama en la posición de "perrito" para desde ahí perpetrarme, y yo ansiosa de sentir su pene, lo complací inmediatamente. Recuerdo haber colocado mis rodillas y manos sobre la cama e inclinarme en tal posición para esperar sus embestidas. Si mi vagina se le ofrecía a este hombre joven desde ese ángulo, estaba exhibiendo la mercancía más íntima y preciada a un hombre que no era mi esposo, y lo hacía sin remordimiento alguno, lo añoraba, lo necesitaba, quería sentirlo nuevamente, quería que me tomara, que me hiciera suya, que me penetrara.
Mi piel blanca estaba lista para recibirlo, y fue cuando se acercó con su miembro viril completamente erguido y la encaminó a mi parte más sagrada, lentamente me la empezó a meter, que rico sentía!, cada centímetro que me recorría me hacía feliz, sentí como sus manos sujetaban mi cintura y su cuerpo se impulsaba para que su pene estuviera dentro de mí. Si, este hombre joven me estaba metiendo su vara de carne, su miembro viril, sentí como su pene finalmente se internaba todo en mí, era una sensación única, mágica, maravillosa.
Comenzó a darme macanazos de su pene en mi interior, me restregaba su vara en mi parte muy sagrada, recuerdo que yo emitía sonidos de gran excitación por lo que estaba sintiendo, era placentero y maravilloso. Me la estaba metiendo un hombre que no era ...