Laztana... "padre e hija" 3
Fecha: 18/06/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: NenaJoven, Fuente: SexoSinTabues
... culito se traga tu verga por completo para el deleite de tus ojos. Tus manos abren mis nalgas todo lo que dan y las acarician. Nuestros acompasados movimientos se aceleran, al igual que nuestras respiraciones y los latidos de nuestros corazones. Sueltas un gruñidito, te ves incapaz de articular ni una sola palabra más. La erección es gigantesca "grrmm. Hijita. uuuf viene. te voy a inundar tu culito de leche. " Tus embestidas se aceleran, mis gemidos igual. Siento la electricidad, es como si recorriera nuestros cuerpos. Me aprietas contra ti de nueva cuenta, tu aliento potente, tu respiración cortada, palabras inentendibles. Y entre gemidos siento los espasmos de tu verga. Como brotan los chorros de leche como me llenan por completo. Un instante, silencio nada más nuestros dos cuerpos unidos, ambos recuperándonos del momento. Morbosos y satisfechos. Amándonos con la mayor de las fuerzas, siendo uno. La violencia de la eyaculación ha sido impresionante. Como en todos nuestros encuentros, consigo exprimirte al máximo. Sientes como el esperma caliente inunda mi culito en incontables disparos. Cuando cesan, te pegas a mí, desplomándonos en la cama. Tu verga continúa dura en mi interior, pero sientes como empieza a perder dureza. Permanecemos tumbados, jadeantes, con el corazón desbocado disfrutando de nuestra unión. Besas mi cuello con suavidad y me tomas de las manos. Aun no puedes articular palabra. Quedamos en cucharita, con el corazón a mil, nuestras manos entrelazadas tu ...
... dentro de mí todavía, pero ya con menos fuerza. Cierro los ojos busco tu calor, siento tus labios en mi cuello "Gracias por estos días laztana" es lo único que puedo decir, no tengo más energías me quedo reposando en tus brazos sintiéndote, amándote. Solo nosotros simplemente perfecto. Tumbados en la cama, acurrucados el uno junto al otro, bien pegaditos. No se puede pedir nada más. Formamos la unión perfecta. Alargas tu mano y tiras de los edredones para cubrirnos. Notas un gruñidito de protesta. Crees que Morfeo nos atizara muy pronto a los dos. Tu verga va perdiendo dureza y poco a poco se escurre fuera de mí, pero nuestros cuerpos siguen unidos. "mi niña, hijita querida. Neska maitia, zembat maite zaitut" Me susurras al oído mientras tus brazos me rodean por completo. Ha sido un gran fin de semana, que hemos estirado un poquito. Al día siguiente, tendremos que volver a la dura realidad. Descartando ese pensamiento de tu cabeza y rememorando el fin de semana, sientes los parpados cada vez más pesados. Escuchas mi suave ronroneo y mi relajada respiración. Tus palabras, el calor de tu cuerpo las suaves telas cubriéndonos. Poco a poco el sueño llega a mi cuerpo, bastante agotado, percibo tu respiración. Las delicadas caricias imperceptibles de tus manos sobre mí abdomen. Me rebusco en tus brazos encontrando el acople perfecto, mi cuerpo se ve pequeño delante del tuyo. Me siento protegida en tus brazos, me siento segura sintiendo tu calor. Cierro mis ojos y ya no puedo luchar con ...