1. Laztana... "padre e hija" 3


    Fecha: 18/06/2018, Categorías: Incesto Autor: NenaJoven, Fuente: SexoSinTabues

    ... el sueño y menos en tan cómoda posición. Te despiertas durante la noche por uno de mis pequeños espasmos. Estamos tan pegaditos que te has sobresaltado. Escuchas mi respiración, suave, pausada, profunda. Sigo profundamente dormidita. Te encanta verme dormir, sentir mi cuerpo, escuchar mi respiración. Te levantas para ir al baño y al volver no puedes evitar quedarte mirándome embelesado. Con mucho cuidado, te metes de nuevo en la cama y te acoplas a mi lado. Deslizas tu mano con mucha suavidad por mi cadera hasta mi tripita, pero en el momento en que siento tu contacto, tomo tu mano y me cubro con ella rodeando mi cuerpo. Sientes como el sueño se apodera de nuevo de ti y lo siguiente que ves son los poderosos rayos del sol colándose por la ventana. Me despierto pero no deseo moverme esta posición me encanta más que nada, noto en tu respiración que tienes algún tiempo despierto y no has querido moverte tampoco, me rebusco acomodándome mejor, sujetando tu mano, esta posada en mi tripita la acaricias muy suavecito. No me había dado cuenta, nuestras piernas también entrelazadas "buenos días" te digo suavemente mientras sonrió. Tu mano me sujeta con fuerza y no quisiera estar en otro lugar que no sea tus brazos. Sientes que ya me he despertado, pero sabes que necesito tiempo para desperezarme. Me acomodo sutilmente y me aprieto a tus brazos. Con tu mano acaricias suavemente mi tripita, pero ahora que sabes que estoy despierta subes un poquito más y te aferras a mis tetitas. ...
    ... Pegas tu cara a mi cuello y me besas con suavidad. "Buenos días hija ¿qué tal ha dormido mi niñita?" Estas tan pegado a mí, que no puedo evitar una suave erección de tu verga, que está pegada a mis suaves nalguitas. Pero dominas tus deseos, se nos ha hecho un poco tarde y hoy es el día que tenemos que regresar. No puedes evitar sentirte un poquito triste, algo que se esfuma en cuanto sientes mi aroma. Me acomodo mejor entre tus brazos, puedo sentir algo que crece entre tus piernas, estoy sumamente cómoda. Tus dedos juegan con mi pezoncito y queda duro como piedra. Ve el reloj que está colgado en la pared. En definitiva se nos han pegado las sabanas, bostezo un poco, llevo mi mano a tu boca y muerdo juguetonamente tus dedos. "hijita, como sigas por ese camino, vas a tener en tu boquita algo más que mis dedos" Me susurras al oído. Besas mi cuello una y otra vez sin querer separarte de mí. Miro nuevamente el reloj "todavía hay tiempo" lo digo más como una confirmación para mí misma. Me incorporo y te empujo a la cama "todavía hay tiempo papi" muerdo tu labio y me doy vuelta, antes de que te des cuenta te estoy ofreciendo mi rajita y llevo tu miembro a mi boca. Miras el reloj. “No, no lo hay, pero da igual” Nos enzarzamos en un furioso 69, entregados, apasionados, hambrientos el uno del otro. Te encanta esta postura conmigo, sobre todo cuando estas debajo puesto que tienes acceso a todos mis agujeritos. Tu lengua se mueve veloz entre mi rajita ya empapada y mi culito. Tus dedos ...
«12...141516...»