Pueblo chico, morbo grande – capitulo 3 - Relatos Eróticos

Pueblo chico, morbo grande – capitulo 3

... guardaba algo de la acabada de Hernán y Emiliano, Pablo tiro al chico sobre el colchón y se posiciono en un 69 dónde su hijo quedó arriba de él chupándole la pija mientras el degustaba el ano recién usado de su primogénito. -uuhhh todavía tenés el gusto de ese pendejo en el ojete, que rico! - es que todavía no me alcanzaba a duchar cuando me viste- dijo Hernán haciendo una pequeña pausa de la felación. -Mejor así, me encanta. Estuvieron así algunos minutos hasta que Pablo pregunto - querés que papá te haga el orto hijo?- mientras con su dedo mayor hurgaba el interior de Hernán. -Aaahhh si pa! Ponemela. Entonces Pablo dio vuelta a su hijo y poniéndolo en posición de sentado sobre su cadera dijo - anda metiendotela vos solito, la tengo gorda y no te quiero hacer daño y seguro que sí empujó yo de la calentura te la dejó hasta la garganta de una y te voy a hacer daño y no quiero eso. - Hernán sabiendo que tenía razón su padre, porque nunca había tenido en su mano una tan gorda, (osea ni la de su primo Esteban ni la de Emiliano llegaban a ese grosor) asintió con la cabeza y procedió a agarrar ese pedazo de carne para dirigirlo en dirección a su hoyo, cuando encontró la posición adecuada empezó a metérsela despacio y si bien al principio no fue tan complicado porque ya estaba previamente dilatado, el pene de su padre era parecido al de su primo sólo que más grande, o sea qué empezaba no tan grueso pero a la mitad ya casi tenía eso es 6 centímetros y medio que alcanzaban en la base ...

... y llegado ese punto sin duda sintió la magnitud de la verga que se comía, no obstante luego de una pequeña pausa continuó y después de responderle a su padre si estaba bien con una afirmación de cabeza, siguió hasta sentir que apoyaba sus nalgas en las piernas de Pablo. En ese momento se tomó un par de segundos para respirar hondo y con la mirada atenta de su padre finalmente Hernán comenzó con ese vaivén que, si bien nunca había hecho antes, conocía bien gracias a la instrucción de la pornografía de internet. Pablo se maravilló primero por el aguante de ese culo que apenas dejaba de ser de un niño y segundo por la técnica tan exquisita que demostraba ese culo al moverse, no sólo de arriba a abajo sino qué al mismo tiempo iba de adelante hacia atrás, provocando muchas sensaciones, todas ellas indescriptiblemente placenteras. Los gemidos por parte de ambos no se hicieron esperar, y transcurridos unos minutos en donde el ritmo se había intensificado como preludio de el clímax, esos sonidos guturales de profundo placer ya alcanzaban un volumen que denotaba la falta de interés de ambos por la discreción. Sabiendo que el final se acercaba Hernán dijo- ¡Pa la quiero en la boca porfa! -Entonces sácala y ponéte a chupar porque ya casi acabo! De inmediato Hernán se desmontó y comenzó a mamar como un ternero recién nacido para poder tener la leche que tanto ansiaba. Entre gemidos que eran casi gritos, Pablo expulsó una cantidad de semen que simplemente no recordaba haber sacado de una ...