Laura, una secretaria muy caliente (2)
Fecha: 01/02/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos
Después de nuestra primera vez, las cosas con Laura bajaron de intensidad, al punto que ella me evadía deliberadamente en cualquier lugar en que llegáramos a coincidir, era algo desconcertante puesto que lo habíamos pasado muy bien. Aprovechando un momento en que ella y yo estuvimos solos en el área designada a las secretarias le pregunté qué pasaba, ella solo me contestó que su esposo se había dado cuenta de todo y que prefería portarse bien ya que la había amenazado con separarse y quitarle a los niños, ante esa situación no me quedó más que respetar su decisión y hacerme a un lado por su bienestar familiar.
Con el paso de los días ella me buscó, con el pretexto que necesitaba desahogarse de todos sus problemas, yo accedí como buen amigo y pensé que las cosas no pasarían a más. De nuevo la convivencia avivó las llamas de la pasión y ella acudía a mi oficina en plan de trabajo pero siempre terminábamos en besos apasionados y manoseo.
Una tarde lluviosa al salir de la oficina me ofrecí a acercarla un poco a casa para que no se mojara, pero en el camino hubo roces, coqueteos y pequeños besos. Las cosas estaban subiendo de tono pero no hice propuesta alguna para no perjudicar a Laura y buscarle algún problema en casa, ella de forma muy coqueta cambió el rumbo de nuestra conversación.
—¿Que vas a hacer ahorita?
—Llegar a casa, ver la tele, con esta lluvia no dan ganas de salir.
—¿Me vas a extrañar?
—Sabes que si. Mucho.
—Me haces falta.
Me quedé callado ...
... para no continuar con una conversación que no nos llevaría a ningún lugar pero ella agregó.
—Mi esposo está de viaje y mis hijos están en casa de mi mamá.
—¿Entonces te acerco a casa de tu madre?
—No. Llévame a “otro lado”.
En ese momento no podía pensar ya, el simple hecho de saber que Laura y yo teníamos la tarde y parte de la noche libre me puso a mil y sin cambiar mucho el rumbo que llevábamos entramos a un motel de la zona.
Ni bien me había estacionado en la cochera del motel, Laura se lanzó hacia mí y besó mis labios como una perra en celo, y con una de sus manos frotaba mi verga erecta sobre el pantalón. En eso se acercó una señora madura a tomar las placas de mi auto y a cobrarme la cuota de la habitación, saqué el dinero y le pedí que nos trajera un paquete de condones, ella asintió con su cabeza y se retiró presionando un botón para cerrar la cochera.
Antes de bajar de auto Laura me detuvo diciendo.
—Espera, no te bajes. Recorre tu asiento hacia atrás.
-¿Qué quieres hacer?
—Quiero mamártela.
Obedecí la orden, recorrí el asiento, desabroché el pantalón y me saqué la verga, Laura acomodó su cabello y sin ningún tipo de juego o preámbulo se agachó para metérsela en la boca y comenzar a darme un delicioso sexo oral. Yo simplemente me dejaba llevar, su boca era deliciosa, su saliva tibia escurría por mi entrepierna, parecía ahogarse pero no dejaba de hacer su tarea, yo me había olvidado de que nos traerían los condones a la habitación y en ...