1. Laura, una secretaria muy caliente (2)


    Fecha: 01/02/2023, Categorías: Hetero Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos

    ... que me acabas de regalar.
    
    —Qué bueno que lo disfrutas, eso me complace mucho.
    
    —Ya necesitaba sentir tu vergota adentro.
    
    Nos besamos apasionadamente y continué con el bombeo, no pensaba desperdiciar la erección ni el condón. Jalé su cabello hacia atrás y me moví con fuerza tratando de elevarla con mis caderas y cayera con fuerza sobre mí, no tardé en venirme y caímos tendidos en la cama, ella encima de mi pecho.
    
    Ninguno de los dos dijo palabra, no queríamos arruinar el momento hablando de su esposo o de sus hijos o de la posibilidad de perderlos, solo nos quedamos quietos, la abracé y nos ocupamos de escuchar la lluvia golpear la ventana por un buen rato. Laura se apartó de mí, se quitó la falda y quedó completamente desnuda, se puso de pie y fue al baño, sabiendo que yo la miraba contoneaba más su trasero dándomelo a desear, sus nalgas blancas y bien formadas me enloquecían.
    
    Mientras Laura estaba en el baño, yo puse una porno en la televisión, al volver y darse cuenta me comentó con un poco de desagrado…
    
    —¿Te gusta ver eso?
    
    —Si, ¿a ti no?
    
    —A veces, me aburren sus gemidos falsos, parece que las están matando.
    
    —Si quieres le pongo a las caricaturas.
    
    —Jajaja menso.
    
    Nos tiramos en la cama con algunos gemidos de fondo y comenzamos a ponernos a tono, yo estaba encima de ella y ambos nos metíamos mano por donde podíamos sin dejar de besarnos, después de un rato Laura abrió sus piernas dándome a entender que deseaba ser penetrada nuevamente, tomé ...
    ... una almohada y la metí bajo su cadera para levantarla y coger de misionero, siempre me ha gustado esa posición porque puedo tener acceso a los besos en la boca o al cuello, o bien para decir cosas morbosas al oído y ésta no fue la excepción. Ahora la penetración era a mi ritmo, Laura estaba muy prendida y excitada, su lubricación era tal que se podía escuchar como mi pelvis y mi verga chocaban con su intimidad.
    
    —Dámela toda papi… así te deseo en la oficina… así te quiero todos los días. (Decía Laura en cada embestida)
    
    Me puse de rodillas y cambié un poco la posición, ahora tenía las pantorrillas de Laura en mis hombros y su sexo más abierto a mi disposición. Mi verga entraba más profundo y ella lo confirmaba con sus gemidos, escucharla me provocaba darle más duro, más intenso… sus gemidos se convirtieron en gritos… sin pensarlo solo pude decirle al oído.
    
    —No grites, parece que te están matando.
    
    —Eres un pendejo!!!
    
    Me vine y mientras tenía mis espasmos durante la eyaculación sentí las uñas de Laura clavándose en mi espalda, nunca le pregunté si era para marcar su territorio, por placer o por venganza de mi comentario.
    
    Nos metimos bajo las sábanas y miramos un rato la porno en la televisión, nuestros cuerpos sudorosos se secaron y acurrucados nos besábamos como un par de enamorados. Besos cortos, tiernos, a ojos cerrados.
    
    Después de un rato en la cama Laura vio la hora y me dijo.
    
    —Tengo que ir a recoger a mis hijos.
    
    —Ok. Te acompaño a recogerlos y los ...