Angélica quiere el culo roto después de comer
Fecha: 05/02/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Heathcliff, Fuente: CuentoRelatos
Después del último round, ambos exhaustos y con nuestros sexos palpitando, nos quedamos recostados unos minutos tratando de recuperar el aliento. Pasada una media hora seguíamos acostados, pero relajados, viéndonos a la cara, platicando, abrazándonos y recorriendo nuestros cuerpos con suaves caricias mutuas, riéndonos y besándonos, en ocasiones con más cachondeo y en ocasiones con más pasión, pero sin llegar a nada, por el momento la intención era únicamente dar y recibir cariño espontáneo. Finalmente decidimos levantarnos e ir a la cocina por agua y algo para degustar, ambos nos pusimos ropa íntima, yo un bóxer y ella su tanga y brasier.
-Qué te gustaría comer? – pregunté.
-Mmm, lo que sea está bien, algo simple estará bien – contestó.
Sin muchas ideas en mente, y en forma automática, nos dispusimos a preparar una tabla de quesos improvisada que planeamos acompañar con vino. Ambos nos paseábamos por la cocina sin dar mucha importancia al otro, incluso nos rozamos en variadas ocasiones sin siquiera inmutarnos, en otra ocasión tan sólo vernos así hubiera sido suficiente para desatar un vendaval de sexo tórrido, sin embargo, estábamos enfrascados en nuestras tareas que ni siquiera notamos la cercanía, además el hambre nos mantenía enfocados.
Terminamos y nos sentamos en el pequeño comedor de la cocina dispuestos a probar bocado y charlar como siempre, bebimos algo de vino, comimos sin premura y al finalizar nos dispusimos a limpiar sin muchos ánimos, mientras ella ...
... lavaba los trastos yo recogía la mesa y guardaba los sobrantes, nuevamente enfocados en nuestras tareas, nada podía salir mal…
-Ups – Angélica dejó caer un cubierto al suelo por accidente – perdón.
-Descuida, yo lo levanto – dije en automático.
Sin pensar que ese sería el detonante me incliné para recoger el cubierto que soltó, cuando levanté la mirada su trasero se encontraba directamente apuntando hacia mi rostro, mis ojos no pudieron evitar quedarse clavados en su redondez, mi corazón comenzaba a acelerarse y dentro de mi bóxer mi polla comenzaba a palpitar.
-Lo encontraste? Pásamelo para limpiarlo – dijo Angélica ajena a la situación en la que ya se veía inevitablemente envuelta.
-Sí, claro que lo encontré – me puse de pie – en seguida te lo paso.
Y así lo hice, se lo entregué y ella seguía en su labor, aproveché la situación para ponerme detrás de ella, y en el acto de guardar la botella de vino en el anaquel encima de ella le pasé mi polla semirrígida entre sus glúteos.
-Ufff, has eso de nuevo – soltó de repente.
Me pegué a su cuerpo fingiendo que aún ayudaba a limpiar.
-Hacer qué? – dije y nuevamente empujé mi polla aún morcillona contra sus nalgas.
-Mmm… - ronroneaba como gatita mientras echaba su cabeza hacia atrás exponiendo su cuello para mi – eso, hazlo de nuevo.
-Te refieres a esto? – y comencé a besar su cuello, eso siempre la desarmaba.
-Ahh sí, eso también – ahora retorcía su cuello contra mis labios.
La excitación era ...