1. El huésped de Cuba


    Fecha: 07/02/2023, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Bien hoy les contaré un relato de cuando un cubano me partió muy rico.
    
    La casa en la que vivimos es muy grande ya que tiene cuartos de sobra, una ocasión en una crisis que tuvimos, decidimos rentar cuartos. Tuvimos de todo, mujeres locas, sacerdotes, maestros, luchadores, futbolistas e incluso personas extranjeras.
    
    Entre ellas estaba Joao un cubano que vino aquí para ser profesor de natación. Era alto, media como 1.90 cm, estaba musculoso por donde lo vieras, desde que lo vi me gusto demasiado, era un sueño para cualquier mujer!
    
    Estaba enloquecida por ese tipo, me vestía muy provocadoramente y aunque era obvio que él también me traía ganas, no pasaba por mi cabeza que estuviera con él, ya que ambos respetábamos a la gente que rentaba los cuartos.
    
    Una ocasión, me quedé sola en casa, bueno “sola” ya que Joao estaba en su habitación, me puse mi blusón transparente, con mi diminuta tanga de encaje y sin bra y le fui a pedir ayuda.
    
    L: ¿Hola Joao!, oye me podrías ayudar a cargar unas cosas?
    
    J: ¿Si… claro pero que haces vestida así?
    
    L: ¡Tengo un poco de calor, bueno vamos a mi habitación!
    
    Al entrar miro hacia todos lados y me miro, luego cuando estaba a punto de decirme algo ¡me lancé sobre él y lo comencé a besar!, el al principio trato de alejarme, pero poco a poco fue cediendo ante mis besos y caricias.
    
    Lo tire en mi cama y como una loba salvaje comencé a desnudarlo, ¡le quiete su camiseta y dios mío! Unos músculos muy marcados, un rico abdomen de ...
    ... lavadero, mi lengua recorría todo su abdomen, sus fuertes pectorales, mordía sus pezones, le besaba el cuello, el solo acariciaba mis piernas, pero tenía unas manotas tan grandes que me apretaba muy rico.
    
    Me quite el blusón, el de inmediato comenzó a apretar mis tetas, las apretaba tan rico que se ponían duros los pezones, tenía una boca tan grande que metía prácticamente toda mi teta en ella, se quitó el pantalón y su trusa y ¡dios mí, una verga tan grande y negra!, jamás había visto una así, incluso dude en continuar, pero ya era demasiado tarde.
    
    Sin exagerar era una verga de unos 28 cm, de alto y de unos 5 cm de grosor, comencé a lamerla como paleta, el me acariciaba el cabello y me pedía que le besara su culito, yo lo hice, llevaba mi lengua de su ano a la cabeza de su verga, con mis tetas lo masturbaba y al mismo tiempo metía su cabecita en mi boca.
    
    J: ¡Que rica mamada das!
    
    L: ¿Te gusta cariño?
    
    J: ¡Me encanta hermosa!
    
    Empecé a tragarla como anaconda, no llevaba ni la mitad y ya me estaba ahogando, el me apretaba la cabeza y movía su pelvis, el maldito me estaba torturando la garganta, pero me encanta sentirla en mi boca, paso unos minutos para que el muy sinvergüenza eyaculara dentro de mi boca, un tremendo chorro de semen inundaba mi garganta, mis papilas gustativas estaban confundidas, el chorro salpico por completo mi cara, pero a pesar de tremenda eyaculación su erección aún estaba potente, me acostó en la cama, me arranco la tanga y comenzó a devorar mi ...
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