Una más en el cuerpo
Fecha: 17/02/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... macizo. Así que le dejo que pase primero a la ducha y estoy atenta, escuchando el agua caer, que imagino está empapando ese cuerpazo que tiene mi compañero. Me meto en el baño, con mi top y mi tanga y oigo canturrear a Manu bajo la ducha. De buena gana me metía ahí dentro con él. Me quito el top, quedándome tan solo con mi tanga mirándome al espejo, viendo mi cara sudada y mis pezones duros, porque no se me quita la excitación en ningún momento.
En ese momento oigo como se apaga el grifo de la ducha y me preparo para el siguiente ataque de mi plan. Me quedo delante de la ducha contigua a la suya y pongo mis manos en los costados de mi tanga, esperando el momento propicio. cuando de pronto sale Manu con la toalla enrollada en su cintura.
- ¡Hostia, lo siento!! - dice él paralizado al verme a su lado mientras que yo me giro para que se vea el movimiento de mis tetas, como siempre, aparentemente casual.
- Ya te dije que no pasa nada Manu. - respondo con naturalidad, pero sin poder despegar mi vista de su tórax empapado y ese tatuaje que no puedo ver entero, pues se mete bajo la toalla.
Así que, sin cortarme un pelo, decido llevar mis manos hacia las tiras de mi tanga para ir bajándolas por mis piernas, lentamente, sin que él aparte la mirada de mis movimientos, que yo hago con total sensualidad, mostrando la mejor versión de mi cuerpo y me giro para quedar frente a él y que me vea totalmente desnuda. Él sigue paralizado sin creerse que esté en pelotas frente a él y ...
... continúa con su toalla a la altura de sus caderas, con su boca y sus ojos muy abiertos, pero lo que me llama la atención es la gran tienda de campaña que se le ha formado bajo la toalla. ¡Me encanta ser tan putilla!
- Perdona, Manu, la culpa es mía, pensé que habías acabado. - digo como ronroneando como una gatita.
Pasando por detrás suyo, lo hago tan cerca, que rozo con mis tetas su espalda, sintiendo el contacto de su piel y me meto en la ducha como si tal cosa, sabiendo que le he dejado con una empalmada brutal y yo cachonda perdida. Lo nuestro es un tira y afloja cada vez más intenso y excitante.
Media hora después nos toca la cena y me dirijo al comedor. Allí me encuentro a todos mis compañeros charlando tranquilamente sentados a la mesa y compartiendo un delicioso picoteo y cada vez me siento más integrada, participando de sus bromas con total naturalidad, pero me fijo en Manu al que noto algo más nervioso, seguramente debido a nuestro encuentro en las duchas, yo, desnuda y él casi, así que le sonrío y me siento enfrente de él.
- ¿Puedo probar eso? - le digo señalando su plato para coger con mis dedos un espárrago.
- Claro, mujer.
Levanto la cabeza y lo meto en mi boca lentamente, succionándolo, haciendo que mis labios lo atrapen hasta tragarlo completamente y después chuparme los dedos mirándole de reojo, provocándole y esperando ver sus reacciones, sin duda que lo hago haciéndole creer que es lo que haría con su polla, pero en cambio Manu parece algo ...