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Una tarde de domingo
Fecha: 18/02/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: SebastianYLN, Fuente: CuentoRelatos
Miraba al teléfono pensando en si llamaba a Jenny. Nunca la he invitado a salir, de hecho, me había dado su teléfono hacia una semana. Me decido a llamarla y para mi sorpresa me comenta que pensaba que nunca la llamaría. Bromee diciendo que no quería violar la ley de no llamar rápido para no parecer desesperado. Se rio y me pregunta a que se debe el honor de mi llamada. Le digo que el día estaba lindo para pasear a lo que ella coincide. La invite a un viaje por el centro de la isla cosa que ella vio con mucho agrado. La recojo en su apartamento y quede perplejo al verla. Su voluptuoso cuerpo solamente estaba cubierto con unos diminutos pantalones cortos y una blusa que invitada a quitarla. Ya sabía que mi atención no estaría en la carretera sino en esos bellos muslos. Pasamos por el primer negocio y le invito a tomar algo. Me dice que quería whiskey para sus nervios, yo tome uno para los míos. Me dijo en tono de broma que no la dejara beber mucho pues no respondería de sus actos. Le dije que no habría problemas con eso. Luego del tercer whiskey decido continuar la marcha. Me dice que conoce un paisaje hermoso que me quería enseñar que y que tomáramos una ruta alterna a la carretera principal. Tome el camino y ciertamente se podía ver una hermosa vista al mar desde la montaña. También pude notar que era un área bastante solitaria. Me detuve en el tope de un cerro a admirar el paisaje sin imaginar que lo más bello estaba por revelarse ante mí. Hablamos un rato, pero ...
... creo que el alcohol había hecho su parte pues sin dudarlo y sin miedo a alguna reacción negativa, la bese. Le di de esos besos que roban aliento y dejan un pequeño dolor en los labios. De esos que no se ensayan y solo el deseo puede crear. Sentí su aliento caliente y un disimulado gemido en mi boca. Sabía que sería mía en aquel momento. Nos continuamos besando cada vez más apasionados. No dude en apretar su cintura contra mí, aun cuando la consola de mi auto nos separaba. Desde el ángulo que tenía pude hacer su cuello mío. Le bese también su nuca mientras ella comenzaba a explorar mi hombría. Ella fue directa al grano, la detuve. Tengo la política de satisfacer primero antes de recibir cualquier muestra de “afecto”. Ella lo tomo bien y siguió haciéndose la victima de mi boca en su cuello. Esta vez mis manos acariciaron su pecho aun cubierto con su blusa blanca. Ella anticipo mi próxima movida y se desabotono la blusa dejando al descubierto su hermoso pero sencillo sostén de encajes. Iba a quitárselo y le dije que se lo quitaría yo. Como todo buen producto la experiencia empieza cuando abres el paquete. Su pecho era firme, de tamaño moderado y exquisito. Comencé a acariciar suavemente sus pezones con la palma de mi mano. Creo que oprimí el botón correcto pues fue cuando pude apreciar sus gemidos sin ninguna represión. No pude aguantar y los tuve que probar. Le dije que quería disfrutarla completa, pero se me hacía difícil en el auto, ella me sugirió que saliéramos del auto ...