Me trajeron un cuadro
Fecha: 23/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Danino, Fuente: CuentoRelatos
Tengo 42 años y mi esposo es bastante mayor, tiene más de 61. Él tiene alto rango en el ejército. Tenemos un hijo de 21 años que vive en España hace 6 meses. Mi esposo, no sé si es por malestares físicos que tiene hace un par de años o efectos de la decadencia de su edad, pero no se interesa sexualmente por nada y mucho menos por mí.
Una mañana, estando en casa preparándome para ir al gimnasio (voy 2 veces por semana), llamaron por el portero eléctrico.
-¿Quien llama? -pregunte
-¿La señora Patricia?
-Si ¿Quién es? -inquirí.
-Señora, me envía el Mayor -contestó una voz cristalina- traigo un cuadro. Me envió con su automóvil, vengo desde los cuarteles y me ordenó traerlo. Dijo que Ud. sabía dónde ubicarlo y me dio herramientas para poder colocarlo en su lugar.
Me molestaba que no me consultara si tenía tiempo de atender la cuestión. Decidí que este día no tendría gimnasia y autoricé en recepción que lo dejaran subir.
Cuando abrí la puerta del departamento, estaba con el cuadro que había elegido en la galería de arte a su lado, un muchacho alto y muy apuesto con una sonrisa cautivadora, me dijo:
-No le avisé porque su esposo me dijo que no hacía falta.
-Está bien -le contesté- lo colocaremos en reemplazo de un Cristo en la cabecera del dormitorio.
-Me dijo el Mayor, que Ud. tenía el soporte que lleva en la parte trasera. -pidió- si me lo da, lo colocaré
-Está bien, seguime y lo colocarás en la cocina.
Estaba con la ropa de gimnasia, que era ...
... una remera ajustada y unos pantaloncitos que marcaban bastante una linda cola que tengo, coronando unas piernas firmes a costa del trabajo en aparatos y ejercicios para busto y piernas. Sin vanidades, debo admitir que tengo un cuerpo bien formado y apetecible según mis amigas.
Mientras caminaba el pasillo hacia la cocina, sentí la mirada del muchacho del muchacho en mis partes. Realmente, me gustó. Sería la falta de atención de mi esposo y la carencia de un hombre, pero realmente me gustaba que un muchacho como ese se sintiera atraído por mí.
El soporte para el cuadro estaba en la parte alta de la alacena, me estiré para tomarlo (y de paso para que el muchacho tuviera una gratificación visual de mi cuerpo). Como no llegaba, sentí que se acercó por detrás de mí.
-Permítame que le ayude -dijo- y se acercó por mi espalda a tomar el soporte.
Sentí sus brazos rozando los míos y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, excitándome. Me quedé quieta mientras sentía su cuerpo pegado a mi espalda, hasta me pareció notar cierta excitación en su entrepierna.
-No aproveches mi soledad, para sentirte audaz en tus actitudes -le advertí- eres joven e impetuoso, pero no es conveniente. No dejo de ser una mujer, a pesar de ser mayor.
-Ud. señora -dijo mirándome a los ojos- es una mujer muy atractiva y yo jamás osaría alterar su recato y no sería digno si no respetara su privacidad y respeto.
-¿Te parezco tan atractiva? -dije también mirándolo a los ojos- tengo un hijo casi de ...