Nunca había sentido cosa igual (Parte III)
Fecha: 24/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: canicula, Fuente: CuentoRelatos
Después de haber tenido nuestro primer orgasmo, mi príncipe y yo nos besamos apasionadamente y descansamos un poco. Lo que acabábamos de vivir era algo que no olvidaría. Este hombre 15 años menor que yo me había sacado hasta las lágrimas a causa de estas sensaciones hermosas que jamás había experimentado en la vida. Ni siquiera mi esposo me había llevado a este clímax o cumbre de magia y ensueño.
Después de charlar un poco y comernos a besos, mi príncipe estaba listo me avisaba que quería seguir internando su falo en mí, yo no lo dudé ni siquiera un poco, deseaba ansiosa que me volviera a hacer suya, que me diera otra dosis de su miembro viril, quería volver a sentir su vara de carne.
Y fue entonces que ambos empezamos a besarnos, luego él comenzó a penetrarme de lado, se postró atrasito de mí, de ladito, como en posición de cuchara, la verdad es que sentía muy rico. Mi príncipe me lo metía y con sus manos no dejaba de tocar mis senos, estuvimos en ese punto como unos seis minutos. Luego, me recostó sobre el colchón y me puso boca abajo, penetró mi vagina desde atrás y comenzaba a cabalgarme, cada una de sus embestidas hacia que mis nalgas rozarán con él, que placentero, estaba añadiendo más leña a mi fogata, sentirlo arriba de mí, montándome, me hacía vibrar.
Sí, mi piel blanca de señora casada se entregaba sin tregua a este hombre joven, le estaba entregando más de lo que pensé, mi príncipe había logrado despertar a mi interior de una manera muy especial, me ...
... cabalgaba en cada una de sus embestidas, yo recibía su pene con todas las ganas del mundo, lo quería en mí, en ese momento nada más importaba, estaba entregando la mercancía de mi esposo a este hombre joven, y no tenía remordimiento alguno de darle mi cuerpo a mi príncipe, no dejaba de recibir su tranca en mí, sus macanazos de carne en mi ser, no suelo decir esta palabra pero seré literal: "me estaba cogiendo de lo más lindo", me la metía una y otra vez, hasta que por segunda ocasión los dos volvimos a estallar, nos mojamos casi al mismo tiempo, una vez más se vino en mí, que rico, sentir su esperma, su semen, sentía caliente cuando recibía su leche en mi interior, él se quedó encima de mí y yo dejé que se descargará por completo, no le impuso trabas para que eyaculara en mi interior. Nos besamos nuevamente, y nos quedamos por segunda vez descansando después de aquella faena hermosa.
Era el segundo orgasmo que me hacía sentir aquel hombre 15 años menor que yo. Yo estaba enamorada, no había marcha atrás, quería complacerlo en todo,
Las mariposas revoloteaban en mi estómago, y solo quería ponerme a su disposición. Se llegó el tercer round (como dicen en ese deporte llamado box), sí, mi hombre joven quería seguir haciéndome suya, quería penetrarme, esta vez en otra posición, y yo no le opuse resistencia, al contrario, me vi como una presa que se ofrece a su depredador, estaba endiosada con él, con mi príncipe, quería sentirlo nuevamente en mí, quería que su pene se paseará en mi ...