1. Angélica necesita tener el culo lleno


    Fecha: 24/02/2023, Categorías: Anal Autor: Heathcliff, Fuente: CuentoRelatos

    ... para pedir solemnemente que le diera tregua a su orificio trasero– por favor.
    
    -Está bien hermosa, no te preocupes.
    
    Pues nada, fue un deseo pasajero, tampoco es que fuera indispensable, así que seguimos en lo que ya estábamos, en ese 69 tan rico que me permitía cogerle la boca a buen ritmo mientras degustaba todos los sabores de su concha. Finalmente, Angélica se liberó.
    
    -Ya amor, me quiero montar, ¿me dejas? –preguntó.
    
    -Uff sí, por favor hermosa, ven –contesté.
    
    Me senté y Angélica sin dilatar mucho se sentó dejándose ir sobre mi polla hasta enterrársela por completo. Ambos soltamos un suspiro de alivio y acto seguido comenzamos una faena más bien moderada, yo me daba gusto con sus hipnotizantes pechos mientras ella guiaba el movimiento y el ritmo con cadencia, únicamente acelerando y apretando cuando le venía algún orgasmo, sin embargo, algo faltaba y Angélica lo sabía, por más que acelerara, apretara o brincara, por más orgasmos que le llegaran algo parecía incompleto, llena de sudor intentaba movimientos cada vez más rápidos y violentos, pero sin resultados.
    
    -No te muevas –ordenó cambiando de lugar mi polla, desde su canal vaginal hasta su canal rectal– mmf sí, era esto lo que faltaba.
    
    -Pero pensé que seguías adolorida, ¿estás segura? –repliqué mientras estiraba sus carnosos glúteos al máximo facilitando la penetración.
    
    -Sï, ya me vine 3 veces, pero no consigo sentirme llena –había algo de dolor en su expresión a medida que engullía el tronco de la ...
    ... polla– necesito sentirte en mi culo.
    
    -Bebé, si tú me lo pides yo te llenaré el culo, pero si no estás segura dímelo y paramos para que descanses –ahora también empujaba mi polla dentro de su recto, contradiciendo mis palabras.
    
    -No, ya entró toda –hasta la raíz– voy a comenzar y déjate de estupideces.
    
    Y así tal cual, comenzó a subir y bajar recorriendo todo el falo, suspirando, con el ano cada vez más dilatado, gimiendo con la cara roja y llena de sudor, yo la dejaba hacer mientras le chupaba los pezones y le apretaba las nalgas, cambió gemidos por gritos de placer, vociferando sobre lo mucho que le necesitaba tener el culo lleno de carne caliente, sobre lo mucho que amaba tener el ano tan abierto y sobre lo mucho que adoraba el placer que sólo conseguía estando empalada. Sin embargo, sus esfuerzos previos por llegar al clímax vía vaginal hacían mella en su resistencia.
    
    -Ayúdame, no alcanzo, ya tengo cansadas las piernas, por favor.
    
    -Bien, relájate que ahí voy.
    
    Con un pecho en la boca chupándole el pezón como si quisiera arrancárselo y las manos separando sus nalgas para exponer mejor su culo empecé a perforarla lento e incrementando la velocidad.
    
    -Sí, así, sigue amor, sigue, ya lo estoy sintiendo de nuevo.
    
    Cambié de pecho y mantenía el ritmo, sin embargo, Angélica aún no llegaba, incluso parecía que le empezaba a costar trabajo de nuevo, quizá el dolor la limitaba nuevamente, me detuve un segundo.
    
    -¿Ya te viniste? Aún no he terminado, no te pares, me ...