1. Dominando a la sumisa Mariel (4)


    Fecha: 02/03/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    ... retarme?
    
    -Esto nunca se lo dije: Tenga cuidado, no la lastime, me parece que es una buena chica, sana.
    
    -Yo también, por eso el sábado desayunamos en la cocina. Y hoy almorzaremos los tres en el mismo lugar.
    
    -Entiendo. Me gusta para Ud.
    
    Me sonreí y me fui al parque.
    
    Casi puntualmente Carla me avisó que habían llegado, por lo que fui a saludar. Jorge bajó del auto y tomándolo del hombro, le avisé: “en la oficina, nada de esto”. Simplemente asintió, se sonrió y se fue.
    
    Entre risas almorzamos Carla, Mariel y yo. Al terminar, fuimos a la oficina y aunque no lo crean, repasamos cosas de la carpeta y le enseñé que era lo importante.
    
    Cuando terminamos, pasamos por la cocina, y le dije a Carla:
    
    -Nos retiramos, tenemos que tratar un tema muy duro y sensible.
    
    -Si claro, hasta mañana…
    
    La cara de Mariel se tornó de color bordeaux de la vergüenza.
    
    Cuando entramos al dormitorio Mariel me dijo al oído:
    
    -Puedo pedir algo Señor?
    
    -Dime, veremos si te lo otorgo?
    
    -Humildemente, puede ponerme las esposas, las vendas y violarme, hacerme todo lo que desee sin ocuparse de mí?
    
    -Desnúdate pero ya ¡!!
    
    Dicho esto, busque lo que pidió, se lo puse y comencé a darle bofetadas en todo el cuerpo, incluso alguna en la cara, que hizo que ruede una lagrima. Cuando me cansé de un empujón la tiré en la cama la puse de costado y de un golpe, le metí mi pija en su boca: “Chupa puta de mierda”, y bombeaba su boca cada vez con más fuerza. La hice un ovillo fui ...
    ... metiendo y sacando dos dedos de su vagina, con brutalidad, luego un tercero. Con fuerza y provocándole arcadas, terminé en el fondo de su garganta.
    
    Me levante, y arrastrándola de los pelos, la puse en el suelo a los pies de la cama. Comenzó a llorar, como nunca lo había hecho. Le saqué las esposas y la esposé de rodillas a los pies de hierro de la cama, con los tapaojos puesto. Le di un buen chirlo, que dejó su nalga roja y lo próximo que sintió era como un consolador entraba y salida de su concha. Era la máquina a media velocidad. La dejé así en el suelo y me fui de la habitación.
    
    Cuando volví había pasado media hora, cuando me escucho, pedía “Por favor, basta”, logrando que aumente la velocidad de la máquina. Otra vez la dejé sola, volviendo a los 15 minutos. Como pude me senté en la cama poniendo mi pija a la altura de su boca, obligándola a chupármela. Cuando estuvo bien dura, me salí, y se la metí por el culo, mientras tenía el consolador entrando y saliendo de su concha.
    
    -Qué lindo se siente montarte así. Que sos vos?
    
    -Una puta
    
    -Como?
    
    -Una puta, su puta
    
    -Que tan puta sos?
    
    -Muy, muy puta
    
    -Y si te mando cogerte un tipo?
    
    -Lo haría si me lo manda
    
    -Y una mujer?
    
    -Ehhh, tras lo que le di un golpe en las tetas, mientras seguía bombeando su culo
    
    -Sí señor, también una mujer
    
    Eso me termino de quemar la cabeza y acabé llenándole el intestino de leche. Me levanté, me senté en el borde de la cama mientras ella todavía era penetrada por el ...