Compartiendo amante con mis amigas? - Relatos Eróticos

Compartiendo amante con mis amigas?

... baño no pude resistir la tentación y me acerqué a la puerta de mi cuarto.

Al poco rato ya estaba tratando de escuchar lo que pasaba, por un momento había silencio pero de repente los gritos y jadeos de mis amigas se hicieron notorios

- Ahhhhh que rico¡¡¡¡

- Si cabron¡¡¡ si ¡¡¡¡ sigue papi¡¡¡ no pares¡¡¡¡

Mis pezones se pusieron duros como piedra, estaba lista para masturbarme ahí mismo y me toqué un poco los senos de manera inconsciente, estaba intrigada, caliente y curiosa, duré unos segundos ahí tocándome levemente y calentándome cada vez más mientras los gritos se hacían cada vez más fuertes, en eso escuché pasos subiendo las escaleras y agradecí que eso me hacía despertar de mi trance.

Me alejé entonces rápidamente de la puerta y regresé a las fiesta, varios minutos después los tres bajaron de los más contentos, como había mucha gente, música, baile y desmadre, no estoy segura que mucha gente se haya dado cuenta de que mis amigos se habían perdido un buen rato; era un hecho que al tipo le interesaba que yo me diera cuenta y eso lo habría logrado sin duda.

Durante las horas siguientes, pasaron varias cosas, yo tomé y bailé bastante, moví el culo una barbaridad, me divertí bastante y coquetee de lo lindo con quien fuera.

Lo sucedido con mis amigas me hacía tener sentimientos diversos pero todos me hacían sentir mal conmigo misma, a una parte de mi le había excitado de manera notable lo sucedido, toda la idea, todo el morbo estaba cargada de erotismo y ...

... perversión y francamente me encantaba; eso no me gustaba, no me gustaba pensar que todo lo había hecho para calentarme y lo había logrado y mucho.

Otra parte de mi sentía coraje y celos, esta parte me gustaba aún menos, yo me podía permitir estar cachonda porque era mi naturaleza de puta, pero los celos, esos no me los podía permitir.

Llegó el punto en que la fiesta se convirtió en la fiesta de un solo grupo más reducido, poco a poco se retiró la mayoría de la gente, estábamos conversando todos muy animados, cuando sorpresivamente Reynaldo se acerca a mí y me saca a bailar.

Yo presa de la sorpresa, no sé bien como decirle que no, me levanto y ahí delante de todos bailamos únicamente él y yo. El grupo que ha quedado en la fiesta es el más cercano a nosotros y son casi las mismas personas que se burlaron de él en el antro cuando le di la cachetada, al parecer busca tener su venganza justo bajo los ojos de la misma audiencia.

Todos ahí saben que tengo novio, todos lo conocen y saben que estamos en su casa, mis amigas siguen ahí y el muy cabrón me baila con maestría y morbo delante de todos, su plan es brillante y perverso.

El baile es delicioso y sensual, yo tomada y caliente me dejo llevar, cada vez muevo más mis caderas, cada vez mi cuerpo se junta al suyo, cada vez me importa menos el espectáculo que estoy dando, cada vez más me excita el espectáculo que estoy dando.

En un momento dado se pone detrás de mí y me habla al oído: “que rica estás putita”, al mismo ...