Mis amigas tramposas: Liz y su esposo en silla de ruedas
Fecha: 26/03/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: sandra garcia, Fuente: CuentoRelatos
... muy difícil contenerse.
Era increíble lo descarado y aventado que era, en otras circunstancias lo hubiera dejado bailando solo pero lo único que hice fue reírme y decirle tímidamente
- Ay José eres terrible, no me aprietes tanto que nos van a ver.
Eso fue como darle permiso pues sin más se pegó más a mi poniendo sus dos manos en mi espalda, yo no podía evitar estremecerme, pero no hacía nada por separarme, el licor también hacia que mi cuerpo flotara, pego su cara a la mía y me dice:
- Pero que hombre se va a aguantar con una mujer como tú, además tu papa esta durmiéndose y no se da cuenta de nada.
No podía dejar de temblar al sentir esas manos calientes tocando mi piel, me di cuenta que poco a poco iban bajando llegando casi a mis caderas, con lo último de pudor que me quedaba le quite una mano de mi cintura y mirándolo con cara molesta le dije:
- No hagas eso que aquí nos pueden ver.
Él se rio y volvió a sujetarme de la cintura, y cantaba en mi oído es parte de la salsa "y así muy juntos volver a sentir que se funden tu alma y la mía en un abrazo un idilio de amor...", en la realidad sentía como su cuerpo se fundía con el mío y sentía como oleadas de calor en mi cuerpo que hace tiempo no sentía, en eso termino la salsa regresamos a la mesa, mi esposo se dormía, al vernos nos abrazó a los dos, y nos dice:
- Liz vamos a brindar por la juventud y por tu cumpleaños para que te sigas divirtiendo.
Y volvió a llenar los vasos y brindamos los tres, yo ...
... por un lado me sentía mal por estar disfrutando del baile con otro hombre mientras él se quedaba solo, pero por otro lado no podía evitar estremecerme por el parecido de José con mi esposo, y las sensaciones que mi cuerpo recordaba cuando pegaba su cuerpo al mío, me sentía que le era infiel con el pensamiento.
En eso comenzó a tocar un bolero, y José hizo un gesto a mi esposo como pidiéndole permiso, el asintió la cabeza, me tomo de la mano y yo lo seguí como una robot hasta el otro extremo de la pista como para que no pudiera vernos, quedaban solo cuatro parejas bailando, si con la salsa el estrechaba mi cuerpo, con el bolero prácticamente nuestros cuerpos estaban totalmente unidos, mientras sus manos descaradamente acariciaban mi espalda y por momentos se iban a la zona de mis glúteos, el ya no se controlaba en lo que me decía:
- Que rico culito tienes Liz, como me gustaría comerte aquí mismo...
Yo no sabía cómo reaccionar solo atinaba a decir cosas como.
- José sube tu mano que nos están viendo, mi papa se va dar cuenta, aquí no...
Ya no hacía nada para apartarlo, solo me reía, lo cual lo incentivaba a seguir, prácticamente bailaba con sus dos manos encima de mi cola, y las frotaba al ritmo de la música, no podía evitar que mi cuerpo ardiera y mi corazón latiera a 100 con esos estímulos que hace tanto tiempo no sentía, lo mire hacia arriba como una niña rogándole que no continuara, y el aprovecho para pegar sus boca a la mía, intente tímidamente forcejear para ...