1. Prostituidos por Roberto


    Fecha: 27/03/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... otro extremo de la mesa, vendándole los ojos, yo mientras escuchaba cómo los pantalones del tipo grueso caían y sentí unos golpes en las nalgas mientras decía “maricona te van a doler tanto las nalgas que no sentirás mi polla en tu culo”, a la vez empecé a escuchar fustazos en el otro lado de la mesa, María estaba siendo azotada y gemía de dolor.
    
    Pronto, un dedo grueso, supongo que un pulgar, se introdujo entre mis nalgas sin miramiento alguno, el tipo peludo, que resultó ser un gay de los que llaman “osos”, comenzó a moverlo aprovechando los restos de saliva de mi mujer, inmediatamente fueron dos dedos, la cosa empezaba a resultar dolorosa, los fustazos en el trasero de María no paraban y ella gemía y lloriqueaba.
    
    Al poco, noté cómo algo caliente y palpitante se introducía entre mis nalgas, “que culito más estrecho, creo que follármelo ha sido la mejor inversión de mi vida”, decía el oso que, con un brusco movimiento de caderas me metió su pene entero hasta los huevos en el culo, afortunadamente la tenía pequeña pero mi aullido se tuvo que escuchar bastante lejos, él la sacó y dijo “tranquilo maricón que te he roto el virgo y ni siquiera has sangrado”, mientras escuché un grito similar de María, ella había sido penetrada varias veces pero, según me contó después, su follador a pesar de ser más bien escuchimizado la tenía muy gruesa y sintió auténtico dolor al ser penetrada de forma tan brusca.
    
    El que me estaba sodomizando continuó su labor mientras apretaba mi ...
    ... cuello con su mano contra la mesa, se notaba que estaba disfrutando y que, además de gay era dominante, en ese momento escuché cómo su respiración comenzaba a agitarse y empezaba a suspirar, simultáneamente su polla se agrandaba en mi interior y palpitaba, al poco sentí como mis intestinos se inundaban con su leche que, al sacarla, goteó entre mis piernas.
    
    El sodomizador de María continuaba mientras su labor, golpeándola simultáneamente con su mano derecha en las nalgas, el oso se retiró y escuché a Roberto decir “no lo sueltes, ahora que está lubricado lo probaré yo”, después, sentí unos fustazos sobre mi dolorido trasero y la parte trasera de mis muslos, al parecer Roberto quería darme caña antes de metérmela.
    
    Mientras, el tipo escuchimizado comenzó a gemir y noté cómo María era sodomizada aún más violentamente por los movimientos de la mesa a la que ambos estábamos atados, no tardó mucho en eyacular en las entrañas de María, que soltó un fuerte suspiro al salir de su interior.
    
    Tras retirarse el penetrador de María, Roberto la soltó y le dijo “ponte debajo de la mesa, cuando yo te diga se la chupas al maricón”, ella se agachó y se puso de rodillas como le habían indicado, Roberto, tras darme unos fustazos más, los suficientes para dejarme bien colorado y dolorido el trasero, se puso tras de mí, me agarró por las caderas y me penetró de una sola vez, aprovechando la lubricación y abertura de la anterior follada, cuando ya estaba dentro y mi esfínter palpitaba de nuevo ...