1. Esto tiene que pasar


    Fecha: 29/03/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    Cómo lo prometido es deuda y tenía que escribir un relato sobre cómo me gustaría ver a la Señorita R, -pero ya se, que ella es muy mala a veces- aquí te mando este relato contándote todo lo que me gustaría hacer una mañana contigo, más un extra...
    
    Una mañana al levantarte, empezaste a mirar el móvil para ver redes sociales, correos… etc... Cuando acabaste de mirarlo todo, empezó a dar vueltas por tu cabeza uno de mis antiguos relatos que trataba de cómo te dominaba y que te gusto, empezaste a pensar en mi... sé que te gusto, muy cariñoso, gentil y conmigo me río mucho.
    
    Te encanta masturbarte imaginando que soy yo quien me da ese placer.
    
    Cuando fuiste al baño sentías tu sexo estallar de ganas; estabas muy excitada pensando en aquel relato y como te tenia a entera disposición. Encendiste la luz, cerraste la puerta con cerrojo, te sentaste en el wáter y después de bajarte el short del pijama y la braguita (negra, por supuesto), metiste la mano derecha entre tus piernas y deslizaste un dedo por todo tu sexo hasta el clítoris, pensando que era mi lengua que te lamía: estabas completamente húmeda y tu vagina al notar ese tacto empezó a dilatarse y a emanar flujos. Pedías a gritos ser penetrada; cerraste los ojos y sin querer ni poder evitarlo introdujiste tu dedo índice hasta el fondo, mientras repetías mi nombre e imaginabas que era mi miembro el que te penetraba una, otra y otra vez.
    
    Tuviste el primero de muchos y placenteros orgasmos.
    
    Tenías la boca abierta y de ...
    ... tu garganta sólo salían jadeos y suspiros de placer.
    
    Te saqueaste el dedo todo pringado y por supuesto lo chupaste con todas tus ganas. Lo lamiste con vicio desde la base hasta la punta, tu imaginación se disparó y jugaste con tu lengua sobre el pensando que era mi glande. Mmmm! ¡Qué rico!
    
    No te limpiaste a fin de no secar esa pringue que lubricaba tu sexo.
    
    Dedicaste irme a la cama y continuar allí con el juego. Un juego muy divertido, por cierto.
    
    Colocaste la ropa en su sitio, apagaste la luz y te fuiste a tu cuarto...
    
    ¡Hola, mi diablillo!: Sabes que acabo de pensar en ti? me dijiste en un mensaje.
    
    Cuando entras en tu habitación, tu sexo estaba cómo loco por seguir recibiendo placer. Notaba como seguía derramando flujo vaginal; era lo mismo que las Cataratas del Niágara...
    
    Miraste el reloj, te lo quitaste y lo dejaste sobre la mesita.
    
    Quitaste la sábana finita hacía atrás, dejaste las chanclas debajo y te metiste en tu camita.
    
    Tu alcoba consta además de un amplio armario empotrado, un gran tocador con espejo y una coqueta mesita de noche.
    
    Te "preparaste": te quitaste todo. Te quedaste totalmente desnuda...
    
    Como haces todas las noches, cogiste un bote de crema hidratante del cajón de la mesa de noche y te frotaste todo el cuerpo con ella: los brazos y las manos, los pechos, duros y redondos con tus pezones marrones ya erectos, tu cintura, el vientre, tus curvadas caderas, tus muslos, las piernas flexibles y los pies, muy pequeños como los de ...
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