Grace... maravillosas esas noches
Fecha: 02/04/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: mariox, Fuente: CuentoRelatos
La ciudad es hermosa en primavera y esa semana de octubre en particular aún más. Es como que se llena de mujeres hermosas, o por su físico o por lo bien que se arreglan. Es alegría para los ojos mirar a las muchachas y las que ya no tanto que van de un lado a otro derrochando femineidad... y así volvieron a mi memoria los días con Grace.
La conocí caminando no muy lejos de mi casa (yo casado, hijo pequeño) cuando salía de una reunión con un potencial cliente. El resultado había sido muy positivo y estaba muy contento por las perspectivas de trabajo para los próximos meses. Ella iba unos metros frente a mí, recién salida de su trabajo. Admiré su hermoso cuerpo, me acerqué y le pregunté una tontería (como llevaba anteojos negros, le pregunte si sus ojos eran tan lindos como el resto de su anatomía). Se sonrió. Caminamos tres cuadras e intercambiamos teléfonos. La llamé al día siguiente y no la encontré. Eso fue todo por unos diez días.
Al tiempo recibo un llamado de un número desconocido y, aunque me parecía familiar, no podía ubicar quien podría ser. Llamo de nuevo, pero era tan mala la señal que no pudimos hablar. Dios bendiga al inventor del Caller Id porque pude recuperar el número, me metí en un locutorio y llamé. Al oírla, supe quién era inmediatamente. Hablamos un rato y quedamos en vernos en su casa al día siguiente porque ella no tenía problemas de horario por la tarde (separada, su hija estaba con el padre ese día).
Quedamos cerca de las 17 aunque trataría de ...
... llegar más temprano. Ya tenía otro compromiso impostergable -asuntos de trabajo- a las 19. Calculé las distancias y el tiempo que me llevarían los viajes: había que atravesar el centro dos veces. No me quedaba mucho tiempo, solo podía quedarme hasta las 18.30. Arreglé salir antes de mi trabajo y hacia las 16 salí para su casa.
Llegué, nos saludamos afectuosamente y me preguntó si quería tomar algo para amenizar la charla. Estaba hermosa de entrecasa, por dentro me mataba la calentura, pero preferí consolidar la situación que tener un polvo de 10 minutos y volar. Tal vez... no le gustaría. Opté por "hacer el novio”... un poco.
La cosa venía muy bien, ella era muy amable, simpática. Nos contamos nuestras vidas. Hablamos de los hijos y fue al dormitorio a buscar una foto de su hija. Yo la seguí mientras seguía la charla, pero la habitación cortó nuestros últimos vestigios de cordura, liberándonos. Ella dio el primer paso... y yo el segundo. Nos besamos muy apasionadamente y caímos sobre la cama, cada vez con menos ropa. Sus labios, su manera de besar era única. Ella está dispuesta a todo, yo también pero... tenía que irme.
Como pude... la convencí y le prometí que al día siguiente pasaríamos la tarde juntos (a esa altura ya le había dicho que era casado, dudó un poco, pero no demasiado...).
Al día siguiente inventé un turno con el médico en el trabajo y mi jefe, gran tipo, me liberó a la tarde. Así que a las 14 ya estaba tocando el portero eléctrico. Subí y me abrió ...