1. Grace... maravillosas esas noches


    Fecha: 02/04/2023, Categorías: Infidelidad Autor: mariox, Fuente: CuentoRelatos

    ... la puerta de su departamento para recibir una sorpresa maravillosa.
    
    El lugar estaba muy a media luz, Grace vestida solo con un camisón corto muy transparente me recibió con un beso increíble (me recordó una historia que ya les conté...) y, tomándome de la mano, me llevó por un reguero de velas y pétalos hasta el dormitorio. Nos desvestimos muy despacio sin dejar de mirarnos a los ojos y con cada prenda que caía se volvía cada vez más hermosa. Morocha, cuatro años menor que yo, 165 delgada con buenas tetas y mejor cadera. Insinuó que hacia bastante que no tenía sexo, pero esa tarde los dos volveríamos al ruedo con la mejor experiencia de nuestras vidas.
    
    Desnudos, comenzamos con sexo oral. Le encantaba la pija, la chupaba como una experta y se movía como la mejor escort. Libre de prejuicios, no tuvo problemas con la cola y si bien costo un poquito, entró todo a la perfección. Ardiente, su vagina era perfecta. Tal vez Uds., queridos lectores, piensen que exagero, pero les puedo asegurar que sentir esos labios atrapando el pene fue una experiencia fuera de este mundo. Estaba mojadísima facilitando todos los movimientos y así llegamos a nuestro primer orgasmo juntos. Charlamos unos minutos, pero enseguida estábamos de nuevo en tema. Nos encantaba coger y cada polvo era mucho mejor que el anterior.
    
    Sentado en la cama, con la espalda apoyada en el respaldo de la cama, ella se acercó a mi gateando felina. Tomó mi pene con su mano y volvió a chuparlo hasta que tomó otra vez ...
    ... rigidez. Así se sentó sobre él, y apoyó sus tetas sobre mi pecho mientras nos besábamos sin pausa. Y fue así... casi sin movernos, apenas perceptibles la flexión de su cadera, estuvimos un muy largo rato. Hasta que volvimos a acabar. Maravillosa tarde.
    
    Así fue nuestra relación por unas tres semanas: cada dos o tres días o bien hotel cerca de mi trabajo o en su casa a la tarde. Ya sobre fin de año, mi esposa quiso ir a Córdoba a visitar a sus padres unas semanas. "Lamentablemente" me tuve que quedar en Buenos Aires por razones de trabajo aunque le prometí que estaría por ahí en 15 días. Imaginaran ustedes, mis lectores, que ocurrió en esos días.
    
    Apenas podía, estaba con Grace, hacia presencia por mi casa hacia la noche (siempre hay un portero capaz de llevar y traer chismes y delatar a cualquier) para, otra vez, salir de nuevo. Los fines de semana lo pasaba con ella desde el viernes a la tarde hasta la noche del domingo. Lo hicimos en cada habitación de su casa: en la cocina mientras se enfriaba el delivery de comida, en la ventana abierta para alegría de los vecinos, por supuesto la bañadera, en el suelo, en cada rincón del dormitorio...
    
    Nunca fui un santo, y mujeres no faltaron... pero jamás me sentí tan bien con una mujer como con ella. De a poco el sexo se mezcló con el amor, sentimiento que Grace me confesó que era recíproco. Ella también se sentía cada vez más a gusto conmigo. Nos gustaba estar juntos, necesitábamos cada vez más tiempo juntos.
    
    Llevaba 4 meses ...