1. La ladronzuela


    Fecha: 05/04/2023, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... procedió a coger un par de sobres de embutido e introducirlo bajo sus ropas.
    
    Cuando se acercó hacia la caja para pagar el resto de cosas que quería comprar, aproveche para cerrar la puerta de la tienda y le dije:
    
    - Marisa, tú no lo sabes pero hace días que he visto como me estás robando en mi tienda.
    
    Ella se quedó de piedra, empezó a jurar y perjurar que ella nunca había robado nada. Le dije que se acercara y encendí la grabación dónde se la veía cogiendo cosas e introduciéndolas en el interior de sus ropas.
    
    Se puso roja como un tomate, empezó a sollozar y a pedirme que no dijera nada, que no la denunciara y que su marido no tenía que saber nada pues parece ser que le gustaba mucho gastarse parte del dinero que tenía para alimentos para gastárselo en el bingo.
    
    Yo le dije que la cosa se podía arreglar pero que tenía un precio. Ella siguió suplicando y entre sollozos me dijo que haría que lo fuera.
    
    Le respondí que ahora lo comprobaría y, tras invitarla a pasar al pequeño almacén de la tienda le pedí que se bajara los pantalones y que sacara los sobres de embutido que había escondido bajo ellos.
    
    Ella introdujo sus manos en el pantalón y extrajo lo robado. Seguidamente le dije que creía que no me había entendido, que lo que quería es que se bajara los pantalones.
    
    Ella me pidió perdón que no lo haría más, que la dejara ir...
    
    - Claro que te voy a dejar ir Marisa, pero antes tienes que darme una satisfacción.
    
    - Bájate los pantalones.
    
    Ahora fue cuando ...
    ... entendió que la tenía en mis manos y que no tenía opción.
    
    Se bajó los pantalones por debajo de las rodillas y apareció ante mí un diminuto triángulo blanco por el que sobresalía una gran cantidad de pelo negro. La visión me excito sobremanera y mis expectativas de que fuera peludita se habían cumplido con creces.
    
    Le dije que estaba muy buena y le ordené que se diera la vuelta que quería ver su culazo. Ella ya no opuso resistencia y se dio la vuelta mostrándome su orondo culo. Era un culo enorme, con algo de celulitis pero firme. Sus grandes nalgas se tragaban su tanga blanco.
    
    Seguidamente le pedí que no se girara y que se acabara de quitar los pantalones. Ella obedeció, y al agacharse para hacerlo me mostró todo su culazo en su máximo esplendor. La tira del tanga la tenía completamente incrustada en su raja y ano. En el almacén tengo una especie de mesa baja y le pedí que se pusiera en pompa sobre ella. Me acerqué a su culo y separando los cachetes aplasté mi nariz en su culo. Olía a puro sexo, esa mezcla de olor a coño y culo que con sólo recordarlo me empalmó de nuevo. Después de entretenerme oliendo a esa hembra, procedía a darme un festín visual. Le separé las nalgas disfrutando de la visión de la tira del tanga que partía en dos su ano y su raja. Los pelos como en la parte delantera le sobresalían de la tira de tal manera que costaba identificar el color blanco del tanga. Aparte la tira del tanga y su coño y ano quedaron perfectamente expuestos a mis ojos. Como ...
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