Con Valeria en la calle
Fecha: 06/04/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
Habían pasado meses desde mi primer encuentro con Yolo, sabía que había roto el pacto entre mi esposa y yo, pero es que sus amigas la verdad por alguna razón empezaron a buscarme más.
Seguía viendo con frecuencia a Yolo, Cenia, Paula y a la recién amante Citlalli, ya no iba al parque, simplemente en sus casas a solas, o con la excusa de irlas ayudar en su casa.
Era principios de junio y eran las fiestas de mi ciudad, cuatro días de alcohol y drogas (porros) y por lo menos por mi parte sexo sin desenfreno con mi “madurita”, por lo menos hasta ese crucial día.
Las fiestas duraban, viernes, sábado, domingo y lunes, era el viernes por la noche, ya casi entrada la madrugada y, estábamos, mi esposa, Valeria una amiga de ella y su pareja.
Tengo que contar que Valeria, era una chica de mi edad (26), rubia, ojos azules, buen pecho, algo rellenita, pero una cara angelical, un tremendo par de nalgas y unas piernas que idiotizaban a cualquiera. Dicho esto, proseguimos.
En una charla con Lety, con nuestros cuerpos invitándonos a la lujuria, Velería nos interrumpió:
V: ¿Oye Luis, podemos hablar un momento?
L: Sí, claro, ¡no hay problema!
Yo la había notado distante, no tan fiestera como era, seria, fría con su pareja.
V: ¡Pero es un tema para no hablar aquí!
L: Sin problema, ¡vamos hacia los camiones!
La parte de los camiones era una zona cercana a la feria, donde la gente iba a liarse, porque era una zona oscura, y había intimidad.
Empezamos a andar, ...
... ella estaba callada, yo bebía de mi copa. Llegamos al sitio, encontramos un banco y nos sentamos:
V: A ver Leo, es que José (el novio), ¡no quiere que nos veamos!
L: ¡No te preocupes, hay muchos que mueren por ti!
Valeria estaba muy mal, creo que estaba muy clavada con aquel sujeto, por alguna razón todas las amigas de mi mujer tienen ese tipo de problemas.
L: ¡Tranquila, déjalo, pronto regresar!
Noté algo extraño en su mirada, ella me miraba diferente, fue entonces que me abrazó, yo sentí su cuerpo pegarse al mío, la muy condenada, me pegó su vagina a mi miembro, al sentir eso, no pude evitar estremecerme.
V: Hay, ¡no sabes cómo envidio a Lety!
L: ¿Por qué dices eso?
V: ¡Ella tiene alguien tan fiel como tú!
L: ¡Jajá, no todo lo que brilla es oro!
Ese día Vale se veía muy bien, traía una calza negra que transparentaba su tanga, una blusa blanca que marcaba sus grandes tetas, en fin, al verla así, no pude evitar no dejarme querer por ella.
Continuábamos abrazados y mi miembro comenzó a endurecerse, ella al sentirlo me miró y me dijo; Luis, ¡Lety está allá adelante!
L: ¡Lo sé, pero tú te acercas mucho, no soy de piedra!
Inmediatamente después de eso, nos quedamos viendo y empezamos a besarnos, nos besábamos como locos, al parecer Valeria traía ganas, se notaba que su novio no cumplía con su deber.
Nos arrinconamos hacia unos camiones que estaba en la esquina, sin más tapujos le quite su blusa dejando sus grandes y blancas tetas al aire, ...