1. Primera vez como activo


    Fecha: 23/06/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Dany trgsemen, Fuente: CuentoRelatos

    ... amable.
    
    Cuando por fin me abrió, fuimos directamente a su departamento. Tenía un montón de adornos de bandas que no conozco. No presté atención a nada y ni siquiera me di cuenta de que ya estaba casi arreglada. Ella tenía el pelo rojo y largo, llevaba doble media, unas blancas y encima y unas negras de red, zapatillas altas muy coloridas, una mini-falda morada, tanga roja, una blusa negra, bracier negro y accesorios como un collar y un brazalete, ambos muy llamativos. Lo cierto, es que apenas quedamos de frente nos empezamos a besar con locura.
    
    El calor es una de las cosas que más detesto, pero por esta vez, logró hacer que la tratara como suelo tratar a las prostitutas con las que me gusta estar. La tiré a la cama y seguimos a devorarnos el uno al otro. Empecé a morder sus labios y cuello, mientras toqueteaba todo su cuerpo. Le bajé un poco la blusa para también morder sus pezones, los mordisqueaba tan fuerte empezó a gemir. Luego de ese previó, yo me quité la ropa y volvimos a lo nuestro. A ella le sorprendió el tamaño de mi pene (20 cm) pero yo ya no estaba prestando atención a nada de lo que decía, sólo me recosté y ella se lo metió en la boca. Luego de un rato volvimos a repetir lo primero: Nos estuvimos besando y entre tanto me dedicaba a morderla mientras estaba encima de mí. En cierto momento, me preguntó si ya quería metérsela. Afirmé con la cabeza y ella sacó una botella de ...
    ... lubricante. Ninguno de los 2 quiso usar condón y luego de lubricarse, movió su tanga y se sentó en mi pene.
    
    Tardó un poco en acostumbrarse a mi pene, pero una vez que lo hizo empezó a cabalgar, lo hacía de forma lenta para que no le doliera. Estuvo gimiendo por un par de minutos, sin embargo, yo empezaba a aburrirme, pues no la sentía estrecha en absoluto. Se recostó boca abajo y se la metí. No le di importancia a que hace unos minutos me dijera que estaba muy grande, ya que apenas mi pene entró, me empecé a mover rápido. Ella gemía y gemía de lo mucho que le gustaba, luego de 1 minuto le pedí que se pusiera en 4 para poder moverme mejor. Lo hizo, y pude moverme de forma mucho más agresiva. Apreté su trasero y le di un par de nalgadas. Luego de un rato, le dije que ya me iba a venir y ella lo celebró pidiéndome que “la preñara”. Me corrí dentro de su ano y ambos nos recostamos sin sacar mi pene de ella. Luego de unos segundos, empecé a separarme, pero ella me pidió que lo hiciera lentamente para que no le doliera. Le hice caso, más o menos, pues dio un fuerte quejido de dolor.
    
    Fui al baño a limpiarme. Una vez que terminé, me vestí. Ambos más calmados, dijimos nuestros nombres, nos despedimos con un beso y me fui. Afuera, el calor ya no era tan malo, pues ya que habían aparecido varias nubes, sin embargo, ya sólo tenía ganas de dormir. Por lo que mi plan original de ver Christopher Robin se postergó. 
«12»