1. El internado


    Fecha: 10/04/2023, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pequeños cónicos y muy bien formados, un vientre plano y blanco como la nieve rematado por una tupida mata de vello rojo como el cobre que ocultaba una vagina de labios finos no desvirgada aún. El suave satén de su piel blanquísima y su figurita repleta de curvas.
    
    Todo eso no pude apreciarlo hasta que no siguió mi ejemplo al desnudarse, ella me miraba de reojo y yo yo a ella descaradamente, buscando provocarla con la lujuria de mi mirada. Me gustó ver lo rotundo de sus nalgas cuando se bajó el pantalón y la forma como estiraban la tela de las bragas cuando se las quitó. Bajándolas con mas sensualidad de la que pretendía dándome la espalda. Me prometí a mi misma comérselas muchas veces buscando el ano como Sandra me había enseñado.
    
    Su arqueada espalda perfecta prometía acoger mis pechos. Me propuse actuar aquella misma noche sin esperar a tormentas. Empezar a seducirla ya mismo, me coloqué a su lado y le di un suave beso en los labios y abrazándola fuerte junté mis pechos a los suyos, sin explicaciones, sin palabras, solo haciéndole sentir en su piel las caricias de una amante atenta.
    
    Apoyé la mandíbula en su hombro para besar y lamer su cuello hasta la base del cabello rojo. Acaricié la espalda suave, solo rozando la línea de la columna y los omoplatos con las yemas de los dedos, erizando su piel, bajando hasta el culo. Sus gemidos en mi oído me decían que estaba consiguiendo mi objetivo.
    
    Y entonces comencé a hablarla del mucho amor que le tenia, de lo bien que ...
    ... íbamos a pasarlo juntas de la intima a mistad que nos uniria y alababa su bello cuerpo con todas las flores que me dictaba la imaginación. La tumbé en mi cama mientras seguía acariciando su piel con dedos leves y hablándole al oído. Se dejaba hacer y pronto le arranqué suspiros, su excitación cada vez mas evidente. Por fin se me entregó y comenzó a colaborar acariciándome tímidamente.
    
    Poco después me confesaría que la única experiencia sexual que había tenido había sido una violación y que solo mi ternura había conseguido devolver la sensualidad a su cuerpo agarrotado. Comencé a lamer su cuerpo por las nalgas que me tenían embrujada descubriendo el ano con el que gozaba una vez y otra. Ella repitió conmigo ese juego y yo me corría una vez y otra. Con solo eso nos dormimos esa noche. En pocos días aprendió a disfrutar por su ultrajada vagina conseguí hacerle olvidar y se convirtió en una amante perfecta, Aunque sospechaba que iba para lesbiana incondicional, que nunca dejaría que otro hombre llamara a la puerta de su coñito.
    
    Durante esos días solo pude compartir alguna siesta con mis antiguas amigas para poder advertirlas que estaba seduciendo a mi nueva compañera y que necesitaba cierta tranquilidad. Durante esas siestas le hice partícipes de los nuevos descubrimientos de las vacaciones y con que gustó, le comí el culito a las dos, lamia el ano de una mientras la otra hacía lo mismo conmigo.
    
    En noches sucesivas recibimos la visita de Thais y de Juana que compartieron ...
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