Cogida y grabada (Parte I)
Fecha: 13/04/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... ¡agh!
M: Mira a la cámara, quiero que quede grabado cada jadeo, gesto y gemido.
L: ¡Ah, sí, ah, dame más, dame!
Mario sabia coger muy bien, me levantó las piernas para unas patitas al hombro, ahí me mordía las tetas y se empujaba con mucha fuerza, yo miraba la cámara y seguía jadeando, también movía mi pelvis para acompañar sus movimientos, mi cliente de piel morena, el que tanto me gustaba me estaba dando una rica cogida y además lo grababa el muy cínico.
Levantaba mis piernas y se movía rápido, me encantaba como me la metía inclinándose un poco hacia atrás, me lamía los dedos de los pies y me mordía las pantorrillas, me daba de nalgadas y se empujaba de golpe, dejándome sentir toda su verga dentro.
L: Ah, Mario que rico, cógeme, agh, ¡no pares!
M: ¡Eso!! Gime, grita, siempre quise tenerte así, ¡agh!!
L: ¡Que verga más rica, agh, métela, agh!
M: Moni, agh, aprietas magnifico, ¡ahora quiero que me cabalgues!
Él se acostó en la cama y de un salto me ensarté en su firme verga, comencé a mover suave mientras él me apretaba las tetas, le acariciaba sus pectorales y me apoyaba en sus piernas para empujarme mejor, me dejaba caer en pequeños sentones para que entrara y saliera rápido, me detenía en su cabecita y con ligeros movimientos de cadera se la devoraba sabroso, él gemía y miraba a la cámara, nos besamos y ambos empezamos a movernos sicronizadamente.
M: Agh, muévete más, que rico, ¡dios!
L: ¡Que dura! te gusta papi?
M: ¡Me encanta, ...
... eres una diosa, agh!!
L: ¡Muévete, no pares, quiero sentir todo tu pene dentro!
M: ¡Que golosa, agh!
Ahora lo cabalgaba invertidamente, él me apretaba las nalgas, me acariciaba los muslos, me tomaba de los hombros y me empujaba a su verga, la estábamos pasando muy bien.
Después de cabalgarlo un rato me puso en cuatro, abrí mis nalgas empinándome todo lo que podía, él me acomodó de forma que la cámara me grabara bien, me tomó dela cadera y me metió su trozo de forma fuerte y rápida, metía sus dedos para apretar mi clítoris inflado por la acción, yo jadeaba como perra, llevábamos un buen rato cogiendo y aun íbamos para largo.
M: ¡Que ricas nalgas, agh!
L: ¡Son tuyas!!
M: Eres una rica zorra, ¡me encanta que seas casada y estés suplicando mi verga!
L: ¿Ah, y que más te gusta? ¡uf!
M: ¡Tu cuerpo, tu vagina, coges como diosa, de verdad años sin tener una mujer, así como tú!!
L: ¡A mí me encanta tu verga y como me pones y te mueves agh!!
Seguía empujándose fuerte sobre mí, era tanta la fuerza que terminamos yo boca abajo y él arriba moviéndose como gusano sobre mí, me encantaba sentirlo así, su verga entraba con todo y me hacía jadear, me daba de nalgadas y me jalaba el cabello, dejé de ser su proveedora y me convertí en su puta.
Me estrujaba delicioso, cambiamos de pose, ahora yo acotada en la orilla de la cama y él de pie, me levantó las piernas y me penetraba rico, me empujaba con todo, yo también me movía, sabía que pronto llegaríamos al ...