1. De oficio golfa


    Fecha: 17/04/2023, Categorías: Hetero Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos

    ... hombría. Estaba en su punto, listo para actuar como un hombre por primera vez en su vida. Ellas lo sabían.
    
    “¿Ya se te puso dura?”, le preguntó Nila, a la vez que ella misma lo comprobaba mediante un apretón de mano que hizo sobre el evidente abultamiento en el pantalón del chico.
    
    Era demasiado, la primera vez que alguien le tomaba de su verga. Sin embargo aún siguió enterito.
    
    “¿Me lo enseñas? Quiero conocerlo”, le dijo Nila.
    
    Él con cierta torpeza; era su primera vez y estaba alterado; se desabotonó el pantalón y se abrió la bragueta. Una vez al aire Nila lo tomó a palma abierta. Estaba que babeaba por tanta excitación y ella embarró aquel líquido lubricante por todo el fuste.
    
    Aproximándose de tal forma que su boca quedaba bien cerca del oído del chico le dijo: “Lo tienes grueso y grande. ¿Me lo prestas?”, y dicho esto lo tiró del miembro como si de una rienda se tratara y él fuera un potro que fuera conducido por su dueña y futura jinete. Nila lo fue llevando así hasta la recámara donde la cama aguardaba a lo que vendría.
    
    El rostro de Mauricio estaba en éxtasis, nunca se había sentido tan caliente y a la vez tan reconfortado en su calentura, y es que estaba siendo mamado por la boca de Carolina, una experta al igual que Nila en las artes sexuales.
    
    Mientras tanto Nila se retiraba las únicas prendas que la habían estado cubriendo, sus pantaletas y su sostén. Mauricio la contempló y admiró al natural.
    
    El panorama era increíble. Los senos eran hermosos, ...
    ... se adivinaban suaves al tacto; con areolas apenas definidas pues eran casi tan claras como la piel que las rodeaba; pero aquellas caderas, ¡esas nalgas!, eran lo máximo. Bueno, aún no las había visto bien pues la mujer estaba de frente a él, pero las podía mirar gracias al espejo del tocador que estaba detrás de Nila, y ya podía notarse que eran un par de imponentes gajos de carne bien formados. Y no sólo imponían por su tamaño; volumen bastante considerable; sino su delicada forma y buena tonificación lo que los hacían bellísimos.
    
    Viendo a aquella dama del placer, y siendo mamado por la otra quien además lo manueleaba con ansias locas, le fue inevitable llegar al punto del derrame.
    
    “¡Ah... voy a...!”, emitió, pero sus espermas llegaron más pronto que sus palabras.
    
    Mauricio se le había venido en toda la boca a Carolina y ésta, una vez lo tuvo dentro, jugó con su semen como si de enjuague bucal se tratara. El joven miraba aquello con atención ya que era la primera vez que lo veía, una mujer con la venida de un hombre en su boca. Él no sabía que iba a hacer aquella, ¿se lo iba a tragar?, ¿lo escupiría?
    
    Unos segundos más tarde lo supo. Carolina se incorporó, dejando la cama, para acercarse a su compañera de departamento a quien besó transmitiéndole en el acto el esperma del chico.
    
    Ver a Nila hacer eso fue superlativo, y más cuando ella le sonrió. La mujer que tanto deseaba tenía su simiente en la boca y él ni siquiera la había penetrado.
    
    Aún con el producto del ...
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